miércoles, 26 de febrero de 2014

La amistad





Me gusta comparar la amistad con una planta. Tal vez por el afecto que tengo hacia el mundo vegetal.

Cada planta necesita un cuidado, y más cuando está fuera de su habitat natural. Demasiado riego o demasiado poco las estropea, cuando no las hace morir. Y, en ocasiones, necesitan de cierto abono, sobre todo si están maceta.

Nada es exactamente igual que otra cosa. Por tanto una amistad no es una planta en maceta.
Lo sé bien.

   Hay relaciones que duran mucho con poco riego y con poco abono: en mi experiencia y opinión esas son las más escasas.

   Las más de las veces es preciso regarlas. Darles lo que las favorece, la mejor exposición, alejarlas de la corrientes de aire escesivas. A veces, incluso podarlas de las ramas o raices inútiles o enfermas.

   He visto morir algunas amistades y me ha hecho sufrir. No me refiero a la muerte física, que también, sino a la separación. Tal vez no supe ponerlas en el mejor lugar o darles lo que en cada momento necesitaban.

   Puede que  fuera yo la planta que no supo ser tratada adecuadamente por el jardinero amigo y me sequé o marchité.

  Solamente las amistades o relaciones que tienen raíces muy profundas sobreviven a condiciones extremas. Casi siempre suelen ser familia cercana y de mucho trato anterior o presente. Y aún asi, he visto algunas secarse.

  Por mi parte, siempre me he sentido un "jardinero fiel". Y cuando alguna me deja, por agotamiento vital o por descuido, suelo recordarla con cariño.
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   Como a los amigos que se fueron o que no supimos cuidar.

5 comentarios:

Acuario dijo...

Me ha gustado mucho leerte, La Amistad es algo que me toca muy adentro, nos encontramos, nos elegimos, nos aceptamos y nos amamos. Compartimos alegrías y penas, y sobretodo reímos junt@s. Estoy cerrando una etapa larga, con un proceso cómo de que veo o miro como están mis relaciones, de lo que me apetece hacer en este momento. De encontrarme con antiguos compañeros y amigas, y que tan distinta me encuentro al compartir de nuevo, me veo cómo que en una parte participo, y, en otra estoy como fuera, observando... y viviendo mi presente actual, mi día a día vaciándome, y parándome, dejándome estar por como necesito en este momento. También dándome cuenta de que tod@s cambiamos, de que el ambiente que nos rodea también cambia y nos cambia, y que hay momentos en que me apetece estar más bulliciosa, y otros más silenciosa, aquietando el Corazón... dejando reposar lo vivido, y siendo consciente de que en este momento vital de mi vida, mi decisión de vivir y sentirme así, de el resultado de separarme o de que quizás en este momento no es el punto de encontrarnos...

Lola Perez dijo...

¡Grande Miguel!

Así es tal cual explicas. He sentido que leías mi proceso con algunas personas (en particular con las que la amistad se marchitó).

Qué bonita metáfora para explicar la amistad, esa familia que libremente elegimos y que tan difícil es de cuidar.
¡Qué difícil es encontrar el justo equilibrio con cada flor!

Besos, mi Jardinero Fiel! <3

H. dijo...

Las plantas al secarse dejan a veces la semilla escondida bajo la tierra, invisible y dormida, esperando nuevas lluvias, como la princesa del cuento que yacerá suspendida en un sueño de muerte hasta que el príncipe venga y deposite en sus labios un beso de amor...

Sandovictor Hugo dijo...

Me encanta. :) Lo comparto xq mas de una vez me he sentido asi tambien.

Anónimo dijo...

A las aladas almas de las rosas, del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero