martes, 22 de abril de 2014

Sexualidad en proceso





SEXUALIDAD Y CONFIGURACION DE LA VIDA



     La sexualidad es una fuerza de nuestra naturaleza animal. Intrínseca al organismo vivo y destinada por la evolución a prolongar  la especie, está dotada de mecanismos de placer y de deseo para hacerla prioritaria y atractiva. Para muchos está asociada a las manifestaciones afectivas y amorosas, así como al establecimiento del grupo familiar.
    En la  configuración o gestalt de la vida individual y social, la figura del instinto sexual aparece con gran frecuencia, lo mismo en tiempo que en espacio. en casi todo momento de la vida y en casi toda situación.

1.-En tanto que capacidad inherente al organismo, el instinto sexual está íntimamente relacionado, entremezclado, con todo, con la persona y con el ambiente. Cualquier asunto le influye y, a su vez, interactúa con el resto de fuerzas que componen a la persona. En este sentido, podemos hablar de la sexualidad como una figura que tiene un ímpetu y un influjo enorme en la gestalt de la vida. Impone su acento a nivel individual, social, cultural, religioso y político.
     A diferencia de otros mamíferos, el humano, desde que madura hasta que finaliza su etapa reproductiva, desea tener sexo en toda época, en todo espacio y en todo momento. Sus límites son principalmente sociales (léase culturales, religiosos...), además de los inherentes a su condición física.
     El sexo masculino mantiene su poder reproductivo desde que madura sexualmente hasta el final de su vida, en tanto que la mujer lo finaliza con el climaterio. Esto no quiere decir que el hombre no pase también por una decadencia sexual. Pero sus espermatozoides son fértiles incluso en la vejez.
    Podemos apreciar así como la Naturaleza cuida la continuidad de cada  especie, por encima de otros deseos o capacidades.

    2.-La fuerza del deseo sexual ha sido exaltada por la cultura, juntándola a valores sociales, como el amor, la monogamia, el sistema patriarcal o matriarcal o los tabúes.
La mayor parte de estos valores asumidos son introyectos, es decir inconscientemente incuestionados e incuestionables. Solamente en un proceso de psicoterapia profundo, o a través de una crisis, pueden ser  puestos en cuestión y refinados, para que el yo asuma sus propios valores y los que más adecuadamente puedan servir para desarrollar las capacidades propias dentro del entorno. Ello no implica necesariamente que "haya" que hacerlo, pues la vida, y por ende la terapéutica de cada persona, es única e intransferible.       Cada persona funciona en su propio universo y su destino es una mezcla de experiencia, voluntad y sino.
     Solemos aceptar como verdades absolutas lo que en ocasiones son únicamente productos de nuestra educación. El introyecto permite no hacerse preguntas y poder dedicarse a otros asuntos. Pero, al tiempo, nos limita en la percepción de la realidad.
Ejemplos de esta afirmación acerca de lo que como  introyectos son este tipo de frases hechas :

."el hombre es el que lleva los pantalones"
." ese es un viejo verde"
."es un don Juan"
" es ligera de cascos"
. "el amor es para toda la vida"
."no hay que tocarse entre familiares, más allá de lo puramente afectivo"
. etc etc.

     3.- A medida que la cultura ha ido avanzando y la sociedad se ha permitido cada vez más tiempo para lo lúdico, la sexualidad ha participado de este "tiempo para el juego". Procrear no es ya el único fin de la sexualidad humana actual, aún cuando muchos intereses religiosos así lo pretenden y lo "evangelizan".
En Occidente, y  desde la revolución que ha supuesto el uso y propagación de los anticonceptivos, la sexualidad ha entrado de lleno a formar parte de espacios placenteros y festivos y ha diversificado su espectro. Antes también sucedía en algunas culturas. Pero ahora ha sido la mujer la que ha sido especialmente "beneficiada", al no tener que asumir, entre otras cosas,  maternidades no deseadas. Con todo, incluso en sociedades "avanzadas" como la nuestra, la fuerza del introyecto sexual masculino y patriarcal sigue siendo difícil de modificar y aún menos de desarraigar. Todavía en amplias áreas del planeta se piensa en la sexualidad en términos del varón.
Sin embargo, la disminución de la influencia de las religiones establecidas en muchas sociedades modernas ha permitido revisar tabúes y modelos sexuales. Ha dado cabida a fenómenos antes muy perseguidos o culpabilizados, como la sexualidad entre personas del mismo género, juegos eróticos, encuentros ocasionales, e incluso modelos familiares diferentes de la familia monoparental en sociedades en que existía como único modelo.

     4.-Entre los modelos psicológicos influyentes en la sexualidad de corte moderno, ha tenido mucha influencia el freudiano. Utilizado, que no concebido, en un primer momento, como esquema para liberar a la sexualidad de su fortísima raíz religiosa, acabó convirtiéndose en un sistema teórico rígido y en un método terapéutico literalista. El modelo literario de su creador, Sigmund Freud, fue entendido y asumido como una verdad absoluta durante muchos años. Términos como "inconsciente", "complejo de Edipo", "envidia del pene", "Eros y tánatos" y un largo etc.  acabaron siendo axiomas incuestionados e incuestionables. Ello fue reforzado por la indudable potencia de sus asociaciones profesionales, por el poder económico y social de sus patrones y por el atractivo de su sistema filosófico, sin olvidar el genio de su fundador.
     El modelo freudiano situó a la sexualidad como la fuerza más importante en la génesis y desarrollo de las enfermedades mentales, de las neurosis y de las psicosis. El poder de los psiquiatras y de la medicina en general en la sociedad reforzó el sistema.
     Con todo, como modelo científico, el psicoanálisis empezó a hacer aguas a partir de los años 60 del pasado siglo XX. La potente entrada de los modelos cognitivos conductuales ( desde Skinner entre otros) y de la así llamada psicología humanista (Maslow, Rogers, Perls) robó una larga tajada de influencia al psicoanálisis y cuestionó su paradigma. Este último, a su vez, evolucionó hacia enfoques menos rígidos. Aceptó que la base de las "enfermedades psíquicas" era diverso y no únicamente provocado por la sexualidad.

        5.- Sin embargo, el asunto afectivo-sexual sigue siendo muy importante en el desarrollo de las problemáticas psico-emocionales. Es cierto que hablamos en especial de la cultura así llamada "occidental". Existen estudios muy importantes de sociólogos y psicólogos a partir del siglo XX que han realizado estudios de campo en otras culturas. En ellos puede apreciarse como y cuanto la sexualidad es diversa y los modelos culturales también. Sin embargo, con independencia de su diversidad, el instinto sexual es un impulso fuertísimo, al menos tan poderoso como el de autoconservación y el social.
    La sexualidad, y el erotismo conforman nuestra cultura e influyen así mismo en el arte, en las costumbres y en la religión. Puede que la "ciencia" quede algo al margen de su influjo, aunque no así los científicos que, como humanos, son también modelados por ella y también sus investigaciones.

       6. Visto desde una perspectiva de la terapia gestáltica, la sexualidad es un asunto de gran importancia, y ciertamente no el único que contribuye a los bloqueos en el contacto entre el organismo y el ambiente.
  Por ello, el terapeuta gestaltico (y creo que cualquier persona que quiera razonablemente conversar con otra sobre este tema) no parte de un modelo social-cultural-sexual  preestablecido. En consecuencia, toma en cuenta algunas consideraciones a la hora de afrontar problemáticas y asuntos de tipo sexual. 
    Me permito destacar las siguientes:

   A- Un terapeuta humanista no cuestiona sin más los valores de su cliente. Observa, escucha, empatiza, y en su caso confronta, las afirmaciones relativas a estos asuntos. Para ello, procura no interponer su propio modelo.
   B-El terapeuta gestaltico tiene el derecho a  (si no se siente capaz de) no trabajar en situaciones que repruebe o condene. El lenguaje y comunicación con el cliente es sutil y es altamente probable que, en caso de condena  o juicio implícito, el cliente se dé cuenta y reciba un mensaje equívoco, con el consiguiente problema añadido. Por ejemplo, en caso de relaciones homosexuales, o de hábitos sexuales poco frecuentes y en los que el cliente se encuentra a gusto, sin que conlleve daño para su propia persona o para los demás el terapeuta ha de poder comprender la situación sin juicios. Este es un asunto especialmente sensible en el caso de las parafilias.
   C -El terapeuta, no obstante,  tiene unos compromisos con su orden social. Está obligado a avisar a quien corresponda si su cliente está cometiendo actividades delictivas (por ejemplo abuso infantil, o maltrato), sin que pueda escudarse en el secreto profesional.
   D- El terapeuta ha de abstenerse de tener relaciones eróticas o sexuales con sus clientes. Esta es una práctica que puede implicar un "abuso" del poder que le confiere su rol. Dicha práctica está prohibida y castigada en prácticamente todas las Asociaciones profesionales. En algunos casos puede conllevar penas graves, además del desprestigio profesional.
El abuso de poder por parte del terapeuta no implica nada más a las relaciones sexuales. Pero siendo ésta una situación a veces difícil de controlar, exige una deontología y una contención muy particular.
Los casos de atracción sexual entre paciente o cliente y terapeuta han sido objeto de amplia literatura profesional que conviene conocer.

          7.- Al igual que en otros asuntos, la sexualidad ha de ser tratada más allá de los síntomas. Precisa ser contemplada como una fuerza importante en la persona, incluso esencial a la persona. Aunque hay quienes se especializan en el tratamiento de temas sexuales, por lo general conviene incluirlo como algo global al individuo. Pero hay que subrayar que la sexualidad no es la única problemática, ni tiene la misma relevancia para todos los individuos.

         8.-Hemos de ser respetuosos a la hora de tratar los asuntos sexuales, que suelen formar parte del círculo más íntimo de la persona. Por ello, hemos de procurar que no se de sientan evaluadas, invadidas, ni reprobadas. Incluso a la hora de interrogar, habremos de hacerlo con cautela y con prudencia, considerando a cada uno como un mundo diferente y entendiendo que vergüenza y pudor son dos sensaciones diferentes y este último es algo irrenunciable para casi todo el mundo.
El terapeuta tiene que ser particularmente escuchador y empático a la hora de tratar esta cuestión y situarse en los "tempos" de cada uno. Mejor un buen adagio que un andante fuera de contexto.



CONCLUSION

           La sexualidad nos concierne a todos y es un valor que ha de ser personal, dentro de un contexto social y cultural. Cada persona puede darse sus propias normas, desde el respeto a sí mismo ya los demás.
El presente documento no pretende agotar los temas, ni ser un "debería" o un modelo no cuestionable.
           Lo que sí que intenta es ser una hoja de ruta para entender los patrones sexuales y ser un incentivo para investigar y analizar la sexualidad propia, antes de entrar a cuestionar la de los demás.


MIGUEL ALBIÑANA





domingo, 13 de abril de 2014

Abril para vivir

Avanza veloz la primavera.
El parque se llena de nuevo de renovados perfumes, entre los que destacan las lilas, que las brisas de la tarde calurosa de abril traen y llevan por los senderos.
Nuevamente, los chopos se yerguen elegantes, apuntando al cielo brillante y azul.
Todo parece respirar vida, el constante silvar de los mirlos, negros y pardos que corretean por los prados, llenos de pequeñas margaritas.
Y también todo parece sonreir a la vida, que se renueva con brío recobrado tras el invierno.
Y es que mi mente es volatil como las estaciones. Y hoy todo sonrie en mi también. Me gusta haber terminado mi trabajo con el grupo y que todo parece que ha tenido sentido. Las travesías por la complejidad de las emociones, los asuntos sin terminar que se definieron mejor y tal vez se cerraron.
Mi cuerpo que camina ahora agil y facilmente por entre las veredas, mientras la parejas ronronean sus amores en la yerba, los niños juegan, la gente pasea...
Hoy todo me parece hermoso. La naturaleza, desde luego, y el cielo y lso colores y la alegría de este día, que es víspera de una semana de reposo, tras varias de ajetreo.
Y con la alegría, una sensación de vitalidad, de contento, de gratitud por ser testigo vibrante de este momento de la existencia.
Y puede que por eso piense que, en realidad, la alegría y la tristeza están tan intimamente relacionadas con lo que sucede a nuestro alrededor.
Que formamos parte del paisaje.