He recibido un comentario cercano acerca de que los deseos, me dicen, deberían ser siempre cumplidos y así sufriríamos nada o menos... ¿no es eso una pretensión imposible, puesto que no es así? ¡Como va a ser la realidad diferente de lo que es! Habrá que plantearse que es nuestra visión la que está equivocada, puesto que lo que percibimos no es como nos gustaría sino como aparece.
Solamente aceptarlo así puede llevar a discurrir por la vida presente sin pre-tensiones y con menos frustración...
La vida no es ni triste ni alegre, ni feroz ni amable... son solamente facetas de nuestra experiencia, que merecen ser tomadas en cuanta, queridas y aceptadas por nosotros y por los que nos rodean. Ojalá que desde niños hubiéramos tenido ese respeto, esa empatía, esa compasión...pero si no ha sido así, sepamos hacer algo con lo que hicieron con nosotros, que es ahora nuestra responsabilidad.
Creo que el respeto es algo visiblemente humano. Al menos a mi, no me producen grandes simpatías los dioses en sus olimpos o en sus santuarios o cielos, ni los ángeles, ni los demonios, ni tan siquiera los santos o los que pretenden serlo. Me limito a contemplar sus representaciones que a veces son bellas, por lo que cada humano pone en ello.
Me siento imperfecto y me dan escalofríos los que creen estar más allá del bien y del mal (con todo mi respeto para Nietzsche). Me gusta rodearme de personas sensibles, normales, que saben que la vida pasa: pasa por momentos de felicidad y de dolor, de vida y de muerte.
Por eso, creo poder trabajar con personas (no con todas) y amo mi profesión, hasta donde quepo en ella. Y cuando pienso que no quepo, por que me cae grande, me retiro y dejo paso a otros que, por su sabiduría, por su energía, por su juventud, por su entusiasmo, por su dedicación, están dispuestos a aceptar lo que yo no puedo, no sé o simplemente no quiero.
Y como se decía antes ¡Ancha es Castilla! Hay más territorios que contemplar, que transitar...
También el comentario me ayuda, pues me define, redirige, aclara qué sí y qué no puedo o soy capaz.
Lejos de mi la omnipotencia y la impotencia infantiles, sigo el lema familiar:
Boute en avant! Brinca hacia adelante, no te detengas en lo que no lo merece, prosigue la vida, continua el camino, que bien es sabido que tiene termino, pero ese no es el momento actual.
Y ocasionalmente, me detengo, veo el horizonte recorrido y el que presiento que queda por recorrer, cada vez más corto, o con menosperspectiva, tomo aire, a veces en contemplación a veces en movimiento y, como ahora, presto oido a una hermosa música o a la niebla persistente que cae sobre la ciudad.
Por eso puse la frase nietzschiana de que lo que no asciende cae...
Una vez más, gracias por comentar y estar conmigo.
10 comentarios:
Aunque mí reflexión surgió a raíz de la anterior entrada lo comparto en ésta porque me parece que tu escrito, Miguel, lo ha actualizado y por la referencia que haces a él. Gracis por tú interés
Es la leche éste Nietzsche, creo que me he perdido con los comentarios. En cambio la frase ha hecho que un remolino de ideas, algunas puramente absurdas, se agiten en mi mente. Primero pienso que es una especie de broma, o que, quizá, el gran pensador se había tomado algo cuando la escribió (creo que nunca me he tomado muy en serio a Nietzsche).
No sé por qué, una imagen se dibuja en mí imaginación, la de un reloj de arena, veo como esos granos siempre están cayendo porque cuando se vacía uno de los recipientes alguien le da la vuelta para que comiencen a caer de nuevo. Así que me parece más que todo es una eterna caída.
Lo de elevarse se me presenta más problemático y me lleva a pensar en una fuerza opuesta a la gravedad que tira de mí (de todos) en dirección a las estrellas. Hay pues dos fuerzas, una que me quiere llevar al infinito y otra que me ancla en la tierra, como las raíces de un árbol hacen que se aferre al terreno.
Del deseo ¿Qué puedo decir? A menudo el deseo da paso a la frustración y me lleva otra vez al absurdo porque sólo deberían existir los deseos que pueden ser satisfechos, quizá los que no lo son es que no son verdaderos deseos, o no son deseos puros, pues llevan en sí su antídoto, la semilla de su propia destrucción.
Es de noche, me asomo a la ventana, hay una niebla densa que le da al paisaje un aspecto espectral, como un sueño, las luces del parquecillo flotan en la nada de esta bruma como espíritus errantes, pero están extrañamente fijas, no suben, no caen, simplemente no están vivas, porque no hay en ellas ninguna pulsación, ningún deseo, ningún ir y venir, abrir y cerrarse, supongo que esto es también una ilusión, al fin y al cabo no se mucho de bombillas, tampoco conozco la canción de Silvio Rodríguez.
Todo esto es un divagar con la fantasía de que será escuchado (leído) quiero hacer ésta fantasía realidad, concederme éste deseo, echo a volar la paloma mensajera, con una dirección y un destino.
Pretender,desear,solo me indica que tienen expectativas,que con todo seguridad terminaran en frustracion,solo los que tienen espectativas se frustran.Liberandose de las expectativas se vive en el presente facilmente. Ir mas alla, trascender,el bien y el mal, no es otra cosa que pasar de dualidad a la unidad,bien y mal son los extremos de la misma energia, la energia es solo una,no hay dos.no veo por que te ha de dar escalofrios.Pero bien son cosas solo tuyas.Disfrutalas. !Ajo'!
Me ha gustado tu artículo de opinión. Felicitaciones.
No hace mucho volví a leer Sidharta, la vida de alguien dedicado a la meditación y el desarrollo espiritual, sin embargo hasta que no vivió todas las pasiones humanas no alconzó la verdadera paz, la iluminación no se abrió paso hasta que no fué capáz de amar de verdad, sin ninguna condición, a un hijo que huyó de él, y en el dolor de éste abandono descubrió el verdadero sentido de todo...esa es mí interpretación, la cual, por supuesto, es mía y sólo mía.
Graciss.
"El camino hacia arriba y hacia abajo, es uno y el mismo"
Heráclito.
Siento que en el río de mi vida, hay riberas en las que me apetece detenerme y explorar o barcos a los que me apetece subir... mas la corriente me lleva mas aprisa o mas lenta, quizá peso más o menos que mis deseados, el caso es que no hay coincidencia y nos cruzamos en el camino y proseguimos cada uno a nuestro ritmo, hubo un tiempo en que me agoté nadando contra mi corriente, ahora... me enfurruño y me apeno un ratito y luego, toso, expulso el agua tragada de mis pulmones y me dejo ir valorando lo que si me encuentro, a donde sí llego, y me siento agradecida por fluir, con sus cataratas y sus remansos.
Abrazos
Rosa río. Charo
Sidharta acabó siendo un barquero...
Te cojo un abrazo.
Sidharta, , recuerdos de juventud...es verdad que el mensaje puede seguir siendo válido, para mi siempre y cuando no se pretenda seguir...
Estoy en un momento en que me gusta la vida sin pretensiones, sin tanto argumento... Con metas, desde luego, y sin embargo con pasos cortos...
Gracias Ch Y Charo
Lo de "sin tanto argumento" voy a escribírmelo en el espejo como cuidado paliativo para mi enfermedad argumental(ística). Y, ya que estamos, lo de los pasos cortos también al espejo, por si las apresuradas moscas ;-)
Ch, ya me lo devolverás cuando lleguemos a la mar, que me da gustito que me cojan y me devuelvan los abrazos los otros rios afluentes.
Gracias las que Usted tiene, Corriente unechés.
Rosa ría.
Pues eso que dices, Miguel, del argumento me da que pensar que cada vida tiene el suyo, lo que Perls llamaba el guión vital (creo). No sé cuando y cómo se decide éste argumento, es como una fuerza oculta que tira de mí en una dirección, me da miedo, quiero romprr con ello pero no sé cómo. Por otro lado está el deseo de confiar, en el sentido que tú le das de no juicio, de aceptar lo que venga...en ese dilema estoy.
Charo, espero que el intercambio de abrazos sea antes de llegar al mar, que como decía el poeta..
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