lunes, 9 de mayo de 2016

La senda

La senda




Antes de emprender camino merece saber hacia dónde.
Recapacito sobre mis anhelos más profundos. Distintos de  deseos guiados por los instintos, las emociones, la ruta ya marcada y pensada.
En la llanura inmensa, en las montañas, en el infinito océano.
Algo intuyo que es lo que  me tiende la mano y orienta.

Tras un largo trayecto,  he aprendido ya que hay alcorces que acaban siendo más largos.
Que hay esfuerzos que derivan en quedar sin energía.
Compañeros de camino provisionales y otros valiosos mientras están. Puede que alguno de por vida.

Al llegar a la etapa y mirar lo ya recorrido, todo parece haber servido para estar ahora.
Cualquier etapa descartable de lo pasado es mera ilusión.
Ya que todo está interconectándose sin parar.
Mi vida y la de los demás.

Intuyo que la etapa final de la senda es solamente parte de lo sucedido.
Por tanto, ahora veo que no había atajo.
No había desviación.
Ni equivocación alguna.

El largo suspiro que acompaña este descanso
El aire otoñal que empaña la primavera
Es signo de que todavía el camino sigue.
Ahora de manera distinta.

Una vez más,  vacío mi equipaje.
Descartó lo que  ya no sirve.




Respiro y me tiento.
Continuo por la senda, hora cuesta, hora bajada, hora valle.
Mientras hay vida.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hago camino al andar ,segun la circunstancia que se puedan presentar. Solo existe en realidad el efimero instante del presente,que eternamente ES, el pasado solo es un recuerdo mental, que de la realidad del eterno presente me ha de alejar. En el TODO esta la interconeccion de todo. Nuestra comun realidad en el SER esta.Desde EL toda la creacion lo mismo ES. Soy feliz de ser perfectamente imperfecto. El caminar es eterno,en la busqueda de la tan anhelada perfeccion .Sin saber que perfectos ya somos. EL Existir es eterno, en la existencia no manifestada. La vida es efimera en la Existencia manifestada.

Anónimo dijo...

Me encanta eso de vaciar el equipaje y también el aire otoñal que empaña la primavera.