Es redondo con un pico fino,
como una aguja. Una mancha rojiza en su pecho. Vivaracho, salta alegremente
entre las ramas del laurel. Sus gorjeos me alegran hoy, en particular que estoy
triste por la pérdida de un ser querido.
Me gusta su nombre en lengua
vasca, txantxangorri. Da una idea del contento de este pequeño ser, el robin de los ingleses y el petirrojo de
por aquí.
Cuando lo veo siempre siento un arrebato. Algo que
tiene de extraordinario, que me lleva a ser un niño asombrado y admirado ante
otro ser distinto y sin embargo conocido.
Hace ya un tiempito que viene a saludarme. Para mi
viene asociado a momentos de soledad. El txantxangorri me recuerda que no estoy
solo. Aparece para hacerme compañía.
Se dice que quien está solo es porque quiere… o
porque no se da cuenta que, finalmente, nunca estamos solos, sino en compañía de
todo lo que nos rodea.
1 comentario:
No estas solo, Miguel!
Publicar un comentario