Otoño
Suelo asociar el otoño a la vegetación de
esta zona. Los árbo les se tornan amarillos, anaranjados, rojos. Poco a poco, las
ramas se quedan desnudas, y el suelo se tapiza de color. Las pisadas se hacen
crujientes sobre las hojas. Luego, la lluvia uniformiza todo. Y el manto vegetal se une a la tierra, pasando
a alimentar el suelo.
Necesariamente cada año lo veo. Coincide con
mi cumpleaños. Desde hace ya un tiempo mi cabello se otoñiza también. Lentamente se hace cada vez más canoso, el que no ha ido ya a formar parte también de la
tierra. Como un anuncio de mi propio otoño.
A cada uno nos afecta de forma distinta. En mí suele acentuar los tonos de la añoranza y también de la sensibilidad. Estos
meses son meses en que, si nos tomamos el tiempo de pasear por entre los
árboles, es difícil no ser sensible. Es un canto el del paisaje, un canto al
cambio, al tránsito, a lo efímero. La caída de las hojas, los tonos amarillos
dan paso enseguida al invierno, que se acerca. Y la energía parece disminuir, la luz es
corta, más gris.
En estas tierras castellanas, luego vuelve el
sol e ilumina el cielo de un azul intenso. Frío. Y entonces las sensaciones
pasan a ser como el horizonte lejano. Pareciera que uno puede ver más allá de
todo.
El otro día veía al gato de Bilbilis. En sus ojos leía
yo lo eterno. Lo que no tiene tiempo. Fuera llovía fuerte y los vidrios se
empañaban. Y él se quedaba viendo todo y nada.
A mi el otoño me recuerda la eternidad.
4 comentarios:
Otoño
semblanza de hojas muertas
de amaneceres rojos.
Opio de la consciencia
del almas en vuelo,
discretas.
Amantes subterráneos
que emergen
desde el otoño.
Siluetas del corazón
de transparencias llenos,
figuras de fondo.
Gracias Rafael. Hermoso poema. ¿tuyo?
Desde luego!
Ha sido una inspiración en tu lectura...
excelente , gracias por compartirte
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