Primavera, equinoccio y Pascua
En esta época del año y en estas
latitudes, creo que los citadinos necesitamos, más que nadie, volver a ponernos
en contacto con la Tierra.
Con la naturaleza que nos rodea, y que es difícil
percibir en el mundo ruidoso y contaminado de las ciudades.
Es este el tiempo porque, tras el
invierno, que trae adormecimiento en el reino vegetal, las plantas vuelven a
brotar, las flores se abren en los parques, en las zonas verdes y especialmente
en el campo.Pero, incluso en un modesto
balcón, podemos percibir cómo las plantitas crecen, los insectos despiertan de
su sueño invernal, el sol empieza a calentar y los días se hacen más largos.
En estas latitudes, porque
quienes viven más cerca del ecuador del planeta tienen otras vivencias, cómo es
la llegada de las lluvias, tras el período de sequía.
Los ritos estacionales.
Para nosotros los que nos hallamos
en los hemisferios con estaciones, la primavera está llena de rituales.
Hay
olores que reaparecen, plantas que vuelven a resurgir, animales que despiertan
de su letargo…El mito del grano enterrado y
renacido, el hijo de la diosa que muere al terminar el otoño y renace para la
primavera, ha sido adaptado por las diferentes religiones o rituales, tratando
de darles un sentido, una finalidad dentro del grupo social. Al tiempo que las
religiones se autoproponen como dadoras de sentido a la existencia. Pero ese
sentido difiere de la sencillez con la que se originaron.
El ritual cristiano
Así, por ejemplo, en este país,
llega lo que llamamos la “Semana Santa”. Los rituales de la Pascua en que el
hijo es sacrificado, para renacer después, son tan antiguos que hunden sus
raíces en la historia más antigua de la cultura humana.
El que los gestores del mito
cristiano lo hayan transformado en una verdad rígida, desprovista o separada de su valor
simbólico, ha motivado mucha falta de comprensión de su verdadero sentido.Principalmente porque, a lo largo
de su larga y dominante historia, la así llamada Iglesia ha pretendido tener la
llave del reino de dios (atribuida a -San- Pedro y a sus supuestos
herederos,) Y, por lo tanto, ha inhabilitado o perseguido a todo el que ponga en
duda que los mitos cristianos son realidades y no formas de entender la
existencia.Todos sabemos el sinnúmero de
crímenes y persecuciones que han sufrido (y todavía sufren) quienes desafían la
ortodoxia aparentemente benevolente y disfrazada de amor de este
tipo de instituciones jerarquizadas (que cada quien lo entienda desde la óptica
religiosa que asume).
La primavera es una estación particularmente amorosa y llena de generosidad.Poco a poco, además nos acercamos a los días más largos del año y consecuentemente a las noches más breves.
……..…………………………………………
Salutación
Por lo tanto, dejo de lado ahora este asunto para compartir con quienes me acompañáis la
extraordinaria belleza de la primavera y la resurrección de la vida en este
presente, efímero sin duda, y también único y aprehensible con nuestros
sentidos.
A
todos os deseo una muy Feliz Pascua Florida y que esta vuelta a la vida os
resulte feliz y amorosa.
13 comentarios:
Oomo siempre un placer leerte! Me ha encantado como describes a la primavsra..."La primavera es una estación particularmente amorosa y llena de generosidad"
Si la primavera fuera 1 mujer o 1 hombre se habría sonrojado :)
jaj, me gustan los rubores...
Para mí, es vital ponerme en contacto con la Pachamama, la hermosa Gaia que es quien me nutre con su Energía.
Me encanto el cambio de la fotografía, un lindo instante de la tierra, recogido por la cámara.
Esta mañana cuando me duchaba, me he dado cuenta de que tenía algo verde en el ombligo, me he puesto a frotar pensando que era un poco de mugre acumulada, pero no conseguía que se borrara. Al fijarme mejor he distinguido que lo que asomaba era una pequeña hoja, me ha extrañado y admito que me he alarmado, porque estaba fuertemente prendida, como enraizada en el orificio umbilical. Mi primer impulso ha sido salir corriendo a urgencias para que me extirparan el extraño objeto verdoso, pero una vez pasada la primera reacción, no me ha parecido tan inaplazable la visita al médico, así que me he ido al trabajo.
Al final de la mañana, puesto que el resto de tiempo había estado absorta en mis ocupaciones, he comenzado a sentir alguna incomodidad en la barriga, como si algo me oprimiera. Al llegar a casa había olvidado por completo el incidente de la mañana, pero al cambiarme de ropa casi me he desmayado del susto porque, lo que era una pequeña hoja, se había convertido en una planta de buen tamaño, una enredadera que se agarraba en torno a mí cintura.
No daba crédito a tan surrealista visión, he querido salir corriendo, pero las extrañas ramificaciones seguían creciendo a ojos vista, me he quedado paralizada, aterrada, en shock por no comprender lo que me estaba ocurriendo, la planta ha seguido enredándose alrededor de mis piernas, mi pecho, mi garganta…ahora ya no puedo moverme ni gritar, lo único que puedo hacer es escribir pues las manos son lo único que han quedado en parte libres.
Así es como hoy me he dado cuenta de que ha llegado la primavera….
ese sueño, Anónima, me recuerda una jotica de mi tierra que empieza así:
Quisiera, quisiera quisiera volverme hiedraaaa
y subir subir y subir por las pareedeees...
Pues va a ser eso!!
Te imagino cantándola...
HOLA MIGUEL, TÚ ERES TERAPEUTA, YO SOY: “terapeuta en crisis eterna”.
Hoy he tenido una de esas “revelaciones” (tengo que decírtelo, a veces me pareces una de las personas menos perspicaz que he conocido. Esto no es lo que estaba pensando decirte)
La inspiración que me ha llegado es que para acompañar a alguien tengo que haber sentido en algún momento lo que esa persona ha sentido, sino, es imposible la empatía, la comprensión y entonces solo me quedaría retirarme ¿Cómo es para ti esto, desde tú experiencia?
Contesto al último anónimo, desde la perspicacia, al parecer escasa , que me concedes:
No he necesitado pasar por las mismas experiencias que las personas a las que oriento. Me basta habitualmente con entender y atender a lo que me expresan y forjar un vínculo de empatía para que, de esa manera, la persona encuentre, con más o menos dificultad, su propia manera de entender la experiencia.
Nada es verdad ni es mentira
todo suele ser según el color
del cristal con que se mira
Gracias y perdón por el juicio...
Cuan variadas son las percepciones... A mí, sin embargo, la perspicacia me parece una de tus más visibles cualidades, Miguel. La prudencia, que no es virtud que yo haya frecuentado mucho, quizá pueda parecer falta de perspicacia. En mi opinión ambas son compatibles y, de hecho, son cualidades que yo aprecio en ti. En fin, flores primaverales ;) Un abrazo.
Gracias Raquél.
¡Feliz Pascua Florida!
Es cierto Raquel, las percepciones son variadas, y es posible que dependan de la necesidad…seguramente en el mundo nos agrupamos por afinidades, unos vibran en una onda, otros en otra…¿Quién no querría ser valorado y tener en frente un espejo que le devuelva una bonita imagen? No se puede elegir lo que se siente, ni parar de buscar lo que se necesita, la esperanza no se pierde porque si ocurre es la muerte, que tarde o temprano llega…
Anónimo, se me han quedado latiendo, ahí al fondo, "No se puede elegir lo que se siente", "Ni parar de buscar lo que se necesita"
Sí, a veces pienso que afortunadamente mi corazón, eso siente, y que se dirige precisamente hacia aquellas personas que me causan bienestar.
Y, si busco lo que creo que necesito, pero sucede a veces que me paro en seco. También pasa, que por mucha esperanza que tenga, la realidad que acontece en el momento, me hace ver que eso no es posible, y no por ello implica que me tenga que morir, sino darme cuenta de que tengo que seguir caminando.
Gracias por tu comentario.
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