El Universo, la Tierra, la Vida
La Tierra es un planeta de tamaño medio en el sistema solar. Bastante más grande que Mercurio. Mucho más pequeño que Júpiter. Desde su formación ha evolucionado enormemente: ha pasado de un estado casi gaseoso, ha solidificarse y a incluir entre sus elementos componentes actuales el agua, salada y dulce, sin la que ninguna forma de vida conocida es posible.
El agua, junto con la tierra y sus elementos esenciales (nitrógeno, carbono), el oxígeno que rodea al planeta y filtra y templa los rayos del sol, que es el fuego, armoniza de forma maravillosa lo que los antiguos griegos llamaron los cuatro elementos. Se ponga el énfasis donde se ponga, sin ese estado armonioso de los cuatro elementos la vida conocida no es posible. Fue en ese territorio en el que casi seguramente, se formó la primera manifestación vital. Sin un elemento de esos cuatro, no hubiera sido posible. Por ejemplo, en el desierto de Atacama (Chile) la casi absoluta escasez de agua hace que la vida sea inexistente a pesar de que hay tierra, aire y sol.
La Tierra, por su misteriosa distancia del Sol y su portentosa evolución, es hoy el único planeta conocido en que la vida se produce en el sistema solar.
Desde luego que, entre los billones de estrellas o de galaxias, es posible que haya algún planeta en que se haya dado, se dé o se llegue a dar en el tiempo una circunstancia similar. No lo sabemos.
Por ello, hasta cierto punto, el humano es sabedor de que su hábitat es especialísimo en el espacio tiempo que nos rodea. No cabe por el momento pensar en emigrar a ningún otro lugar del Universo. Cuando Colón llegó a América (o las Indias como él creía) no le hizo falta ningún artefacto para respirar, ningún aparato para regular la presión…Respiró el mismo aire que en Europa, comió aproximadamente la misma comida… El planeta se comporta de una manera bastante similar en toda su superficie y las variaciones de temperatura son moderadísimas, comparadas con los planetas que nos rodean, Por eso, la vida y entre ella lo humano, se ha desarrollado en la práctica totalidad del planeta, tanto en la tierra como en el agua.
Esto parece un lugar común, un tópico, algo obvio. Sin embargo, en un momento en que la vida del planeta depende cada vez más del hacer y deshacer de los humanos como especie predominante desde hace unas decenas o como mucho cientos de miles de años, es un asunto primordial para reflexionar y por ende para actuar.
Por el momento, la conciencia que poseemos como especie es el producto de una evolución única y extra-ordinaria y el planeta que habitamos es el único en el que podemos morar. Destruirlo o hacerlo peligrar es poner en riesgo todo lo que la evolución ha hecho, bueno y malo, en nosotros y en la vida circundante.
Resulta (me) paradójico que esto que es tan obvio, sea algo tan poco incontestable para la sociedad en la que vivimos. Solamente pequeños grupos se dedican a defender la vida planetaria, la evolución de la consciencia que radica ahora mismo en el humano, la organización de nuestra sociedad de forma a que sea sostenible.
Si observamos a nuestro alrededor, no hay actualmente ningún Estado en que sus dirigentes prioricen la sostenibilidad y la consciencia por encima de los intereses materiales, el crecimiento económico o la acumulación de riqueza. Y, en el nivel individual, los problemas personales trascienden con mucho los planetarios, a pesar de que la vida y los mismos problemas dependen de que mantengamos con habilidad nuestro entorno. No digo que no existan personas y organizaciones que no lo hagan. Lo que simplemente afirmo es que los dirigentes (elegidos o no por sus pueblos) ponen el énfasis en asuntos bien diferentes, incluido el necesario reparto de la riqueza, para que no haya un número de personas tan enorme en niveles de desdicha económica y vital.
Pensemos en la actual población humana planetaria : cerca de 7.000 mil millones. Si todos quisiéramos tener el nivel de vida de EEUU el planeta podría al parecer abastecer a penas a 1.500 millones. Si nos fuéramos al nivel de la India, la cosa daría para menos de 15.000 millones…
Las cifras de crecimiento de población se disparan especialmente en los países menos desarrollados y provocan el que las diferencias sociales sean ingentes y la población marginada cada vez mayor.
Y si tomamos el nivel de contaminación planetaria, no solamente no disminuye sino que aumenta alarmantemente con la consiguiente disminución de especies vivas y la amenaza próxima para nuestra propia especie…
Hace 500 años los europeos poblaron las Américas, destruyendo a las civilizaciones que allá vivían y provocando un cambio brutal en el equilibrio planetario. Por tremendo que fuera, hace menos de un siglo, la emigración solucionaba la vida de bastantes personas. Al día de hoy, todo está ya sobrepoblado y sobreexplotado.
¿Qué podemos hacer?
Creo que lo primero de todo es no girar la cabeza, no mirar a otra parte, no decir “detrás de mi el diluvio”… Que lo resuelvan las generaciones venideras…
Hemos de saber qué recursos individuales tenemos, como asociarnos para resolverlo, a quien legar nuestros conocimientos y nuestros bienes, para que este por el momento inédito lugar de vida que se llama la Tierra pueda subsistir. Para que el humano no sea además del receptor de la conciencia universal el posible saqueador de la vida, el terminator de la vida planetaria…
Personalmente, siempre pienso en que las organizaciones no gubernamentales con objetivos planetarios o incluso locales son un buen lugar para asociarse, para interesarse, para conocer y gestionar vías de solución.
Porque las soluciones no pasan únicamente por salvar vidas humanas, porque mueran pocos niños al nacer ( a veces se salva a los bebés, lo que parece muy caritativo, y se da lugar a criaturas sin recursos que llevarán vidas cortas y/o desgraciadas). La solución requiere un esfuerzo global y con perspectivas planetarias, no solamente humanas.
Las organizaciones religiosas ponen mucho el acento en otras vidas, un mundo mejor, o en alcanzar objetivos trascendentales. Nada en contra de esto, pero ¡qué alejado de los hechos fundamentales que nos toca vivir!
Personalmente, en lo religioso, he visto solamente al Dalai Lama decirse públicamente interesado en estos temas, sin menoscabo de otros asuntos más inherentemente espirituales. Su presencia es reconfortante, aunque infelizmente su influencia escasa.
Creo que precisamos tomar una cuota de responsabilidad personal, individual y asociativa.
La vida tal como la conocemos depende de nosotros.
Y nuestros políticos parecen representar intereses muy lejanos a este asunto. Tal vez porque no nos molestamos en elegir, aquí que podemos aparentemente elegir, más que a quien esté interesado en mirar la sombra de sus zapatos.
El planeta es nuestra casa, es el lugar en el que seguiremos si lo cuidamos, el sitio donde nuestra evolución se puede seguir dando.
No confiemos algo tan importante a quienes lo único que buscan es perpetuar su poder, su escasa conciencia, su forma de vida monótona y patriarcal.
¡Tenemos que actuar!
16 comentarios:
La revolucion es individual.El trabajo es en el interior de cada uno de nosotros,la toma de la Conciencia,la Presencia en todo acto que decidamos hacer,por que "la PAZ del individuo sera la PAZ del mundo".Saludos mi querido Miguel.
¿Y quién sabe si las flores nuevas con que sueño,
en este suelo desolado encontrarán
el místico alimento que les dará esplendor?
C. Baudelaire
"Piensa Globalmente, Actual localmente"
Pedazo de artículo, ¡Chapeu!
Gracias por vuestros comentarios...
EN relación al primero ...:Desde luego que todo es opinable. Mi opinión es que una cosa es el crecimiento personal de cada quien, incluido el de las personas que buscan o consiguen la realización personal y otra diferente –pero no incompatible- el que el planeta es hoy un lugar de convivencia global y que la amenaza que sufre por parte de la población humana ha de ser encarada de forma conjunta y solidaria.
Y sí... de acuerdo Acuario: ¡actuemos localmente que eso sí que podemos!
Y por lo que hace a "les fleurs du mal"... creo que el alimento a nuestros sueños está en el presente..
Este es un tema que me produce cierto vértigo cuando pienso en ello. Son tantas las ramificaciones que me parece que la solución de unos problemas es irreconciliable con la solución de otros. Por ejemplo, percibo más que difícil, la cuadratura del círculo, hacer compatible el bienestar de todos los humanos que vivimos en el planeta (y si proyecto la línea del crecimiento de la población en el futuro, aún más), con que se puedan conservar los recursos naturales, el equilibrio ecológico, la subsistencia de las especies, los bosques, los espacios salvajes…está claro que el crecimiento de nuestra especie por encima de cierto punto produce un desequilibrio en nuestro planeta, convirtiéndonos en parásitos. Hay muchas obras de ciencia-ficción escritas sobre éste tema, que dibujan futuros negros donde la vida de las personas ha de ser controlada de distintas maneras. En nuestra sociedad occidental cada vez es más alto el promedio de la duración de la vida, sospecho que pocos renunciarían voluntariamente a vivir unos años más para dejar su sitio a otros.
Por eso llego a la conclusión, una vez más, de que necesito mirar a más corta distancia, concuerdo con quienes piensan que nuestra continuidad y la del planeta necesita un cambio profundo de conciencia que empieza a manifestarse en la acción individual, en las pequeñas cosas que cada uno puede aportar, en los ajustes creativos que nos demanda la adaptación a las exigencias de nuestra pequeña vida individual. Lo cual no quita la cuota de lucha contra los más burdos intereses económicos que anteponen el beneficio material inmediato a todo lo demás. Ahí es quizá donde más atento hay que estar para no colaborar con quienes explotan a sus semejantes y al planeta en favor de su excesivo afán de lucro, de poder, de acumulación y acaparación, lo cual requiere recuperar un sentido ético y un sistema de valores congruente con lo que nos preocupa y, como complemento, estar bien informados, para que no nos la den con queso.
Por otro lado sé y confío en que hay muchas personas cuyo trabajo y esfuerzo está dedicado a solucionar todos estos problemas que hoy por hoy parecen casi irresolubles y tengo, en el fondo, bastante fe en la capacidad humana para superar todo tipo de retos.
Sí, Miguel, yo también creo que las flores soñadas se alimentan del presente, siempre y cuando nos ocupemos de regarlas hoy, tanto de forma individual como conjunta y solidaria.
Un abrazo.
Es fácil, en los afanas de la vida cotidiana, olvidarse de que ésto que tú describes está sucediendo ahora mismo, por eso creo que tú artículo es muy importante, para traer a la consciencia esta realidad, primer paso para la acción. Gracis por escribirlo.
De que sirve sus entendimientos intelectuales ,si no realizan ningun cambio a nivel personal primero ,para estar luego a nivel de grupo, uds. son pura paja,muy placentera por cierto .
Me resisto a aceptar la soberbia de quien se cree con la verdad y pretende que el camino de los demás es inválido comparado con el propio.
No creo que tus pajas sean ni más ni menos placenteras que las de los demás, ni estoy capacitado para juzgarlo.
Creo que tu camino es otro y que te permites descalificar lo que tu mismo desconoces.
!A J O ! mi querido Sabio.no te enojes que al mismo lugar vamos.No es nada personal . Solo sacudete.
¿Paja de la que arde? ¿masturbación?¿Qué hay que sacudirse?
No me entero de ná, Anónimo. AJO!!!
Ja,Ja, Ja !Que bueno,me gusta confundirte,hacerte dar cuenta de que no estas en tu centro,ya estaras mejor, demoste un poco de tiempo.
Para ser tan irritante eres un tío simpático... y un poco brujo, Ó bruju-lo.
Soy magico y encantador,pero no es eso lo que me interesa,me interesa tener siempre la Conciencia conmigo y se me va como agua entre los dedos,eso ten la seguridad que no me desalienta,si no que me ayuda a volver a la Conciencia. Es sencillo se va , hay que regresarla, no me importa las veces que sea,es como una llama en contante movimiento. Yo ,lo voy a
lograr . Con afecto y respeto .
Mágico, encantador y con consciencia (aunque sea a ratos), no está mal. Mí afecto también.Hasta otra!
COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
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