
Existe una antigua leyenda, que puede leerse como tradición, recogida en textos tibetanos, que dice que la vida se forma y se deshace cuando la substancia roja (la femenina) y la blanca (la masculina) se unen o se separan. De hecho, lei a un maestro de esa enseñanza que afirma que hay avanzados gurus que pueden "ver" como, cuando alguien muere, ambas sustancias se disgregan y van a formar parte de su respectivo conjunto universal.
Al hacerlo la persona deja de existir.
Es un hecho siempre extraordinario ver como se forma la vida. Hoy, gracias a las técnicas avanzadas de imagen, podemos ver como la vida del espermatozoide humano se pierde o mejor se transforma cuando fecunda al óvulo, cuya existencia, a su vez, muta merced al elemento masculino. Dos vidas diferentes y con destinos diversos se encuentran y se funden para formar otra distinta.
El acontencimiento es maravilloso en sí mismo, como todo lo que que pertenece a la vida cuando nos detenemos a darnos cuenta. Además conlleva toda una serie de consecuencias, biológicas, existenciales, jurídicas, religiosas, éticas etc. Por ejemplo, ciertas creencias religiosas atribuyen un valor especial al momento de la fecundaciòn y de la creación de una vida humana nueva, considerando pecado el destruirla (píldora del día despues, aborto); otras consideran un deber proteger el producto a partir de determinadas semanas y castigan si se hace después (lo que es el caso de nuestro pais). En fin, muchas cosas que decir desde el punto de vista moral o societario.
Ahora solamente queria compartir el asombro y la maravilla que me produce poder ver ese momento de la reproducción. Por supuesto que no es exclusivo de lo humano, y contemplarlo en otros seres vivos, animales y vegetales, o en las estrellas, me llena de una especie de alegría, de estupor, que hace de polaridad al momento en que veo lo opuesto, el instante en que la vida se disgrega para formar otro conjunto o simplemente volver a su estado primigenio.
Y ese asombro, tratado entre otros por el mito eleusino, es el que se produce permanentemente en este planeta y por el momento, para nuestro conocimiento, solamente en este planeta al que en castellano llamamos La Tierra.