Cae el año. Una vez más y una vez menos.
Arrastrado a veces, cabalgando otras, llevado en su mayor parte , mi vida transcurre en la coordenada del tiempo, ese extraño factor al que le atribuimos velocidad, a veces por no mirar simplemente como trascurre la progresion de nuestro ser en el mundo. Por no hacerse la pregunta tan clásica de "¿a donde vamos, de donde venimos?", siempre tan fecunda. Preñada de respuestas propias y ajenas.
He tratado en darme cuenta que pertenezco a un grupo humano al que se suele englobar como hedonista. Fuera de la hiriente calificacion de persona dada a los placeres mundanos, considero el hedonismo como una forma realista de vida. La aceptacion de la realidad como es, y como soy capaz de alcanzarla con mis sentidos, con mis deseos, con mis limitaciones.Placer y dolor existen como una más de las dualidades de esta existencia. Pero busco el placer, que va más allá del puro placer sensual. La generosidad, la amistad, el sentido ético de la existencia, me dan placer. Como me la da una buena comida, un hermoso amanecer o una bella relacion sexual.
Epicuro fue un filósofo del que sabemos poco. Casi toda su extensa obra se perdio o fue destruida. Conocemos sobre todo las criticas de las que ha sido objeto y las descalificaciones que el cristianismo primitivo hizo de su Escuela , en beneficio de otras más cercanas a la religion de la revelacion. El cristianismo, perseguido en sus comienzos, fue el feroz perseguidor cuando se alió con el poder. No es el único movimiento que ha pasado por ello. Pero, en general, han sido perseguidos/perseguidores todos los que creen en una única verdad.
Recientemente, he encontrado a Lucrecio, poeta latino, pensador y seguidor de Epicúreo. "Materialista", en el sentido de creer en los sentidos y en la razón, desde las vicisitudes de su época, en la agitada Roma republicana y preimperial.
De Lucrecio nos ha llegado "De rerum natura"( "de la Naturaleza de las cosas") un fascinante poema, de un realismo y una belleza notable y precursor de la "edad de las luces". Me ha puesto una vez más de manifiesto cuan sesgada ha sido mi educación filosófica y como he dado por sentado que lo que aprendí o muchas cosas de las que aprendí eran verdades inmutables, cuando eran enseñanzas ligadas a una verdad "inmutable".
Epicureismo, estoicismo, hedonismo. Vale la pena revisar estos conceptos a la luz de un pensamiento más libre, de una actitud más comprometida con nuestra existencia.
• "Cuando la necesidad nos arranca palabras sinceras, cae la máscara y aparece el hombre."
Arrastrado a veces, cabalgando otras, llevado en su mayor parte , mi vida transcurre en la coordenada del tiempo, ese extraño factor al que le atribuimos velocidad, a veces por no mirar simplemente como trascurre la progresion de nuestro ser en el mundo. Por no hacerse la pregunta tan clásica de "¿a donde vamos, de donde venimos?", siempre tan fecunda. Preñada de respuestas propias y ajenas.
He tratado en darme cuenta que pertenezco a un grupo humano al que se suele englobar como hedonista. Fuera de la hiriente calificacion de persona dada a los placeres mundanos, considero el hedonismo como una forma realista de vida. La aceptacion de la realidad como es, y como soy capaz de alcanzarla con mis sentidos, con mis deseos, con mis limitaciones.Placer y dolor existen como una más de las dualidades de esta existencia. Pero busco el placer, que va más allá del puro placer sensual. La generosidad, la amistad, el sentido ético de la existencia, me dan placer. Como me la da una buena comida, un hermoso amanecer o una bella relacion sexual.
Epicuro fue un filósofo del que sabemos poco. Casi toda su extensa obra se perdio o fue destruida. Conocemos sobre todo las criticas de las que ha sido objeto y las descalificaciones que el cristianismo primitivo hizo de su Escuela , en beneficio de otras más cercanas a la religion de la revelacion. El cristianismo, perseguido en sus comienzos, fue el feroz perseguidor cuando se alió con el poder. No es el único movimiento que ha pasado por ello. Pero, en general, han sido perseguidos/perseguidores todos los que creen en una única verdad.
Recientemente, he encontrado a Lucrecio, poeta latino, pensador y seguidor de Epicúreo. "Materialista", en el sentido de creer en los sentidos y en la razón, desde las vicisitudes de su época, en la agitada Roma republicana y preimperial.
De Lucrecio nos ha llegado "De rerum natura"( "de la Naturaleza de las cosas") un fascinante poema, de un realismo y una belleza notable y precursor de la "edad de las luces". Me ha puesto una vez más de manifiesto cuan sesgada ha sido mi educación filosófica y como he dado por sentado que lo que aprendí o muchas cosas de las que aprendí eran verdades inmutables, cuando eran enseñanzas ligadas a una verdad "inmutable".
Epicureismo, estoicismo, hedonismo. Vale la pena revisar estos conceptos a la luz de un pensamiento más libre, de una actitud más comprometida con nuestra existencia.
• "Cuando la necesidad nos arranca palabras sinceras, cae la máscara y aparece el hombre."
1 comentario:
Me conmueve y da gusto la frase de Lucrecio. Ante la necesidad no hay pecado, como dice un grupo de música castellano.
Me haces bien.
Feliz hedoaño!
Inés
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