SEXUALIDAD Y CONFIGURACION DE LA VIDA

En la configuración o gestalt de la vida
individual y social, la figura del instinto sexual aparece con gran frecuencia,
lo mismo en tiempo que en espacio. en casi todo momento de la vida y en casi
toda situación.
1.-En tanto que capacidad inherente al organismo, el instinto sexual
está íntimamente relacionado, entremezclado, con todo, con la persona y con
el ambiente. Cualquier asunto le influye y, a su vez, interactúa con el resto de fuerzas que componen a la persona.
En este sentido, podemos hablar de la sexualidad como una figura que tiene un ímpetu y un influjo enorme en
la gestalt de la vida. Impone su acento a nivel individual, social, cultural,
religioso y político.
A diferencia de otros mamíferos, el humano, desde que
madura hasta que finaliza su etapa reproductiva, desea tener sexo en toda época, en todo espacio y en
todo momento. Sus límites son principalmente sociales (léase culturales,
religiosos...), además de los inherentes a su condición física.
El sexo masculino mantiene su poder reproductivo desde que madura
sexualmente hasta el final de su vida, en tanto que la mujer lo finaliza con el
climaterio. Esto no quiere decir que el hombre no pase también por una decadencia sexual.
Pero sus espermatozoides son fértiles incluso en la vejez.
Podemos apreciar así como la Naturaleza cuida la continuidad de cada especie, por encima de otros deseos o
capacidades.
2.-La fuerza del deseo sexual ha sido exaltada por la cultura, juntándola a valores sociales,
como el amor, la monogamia, el sistema patriarcal o matriarcal o los tabúes.
La mayor parte de estos valores asumidos son introyectos, es decir
inconscientemente incuestionados e incuestionables. Solamente en un proceso de
psicoterapia profundo, o a través de una crisis, pueden ser puestos en cuestión y refinados, para que el
yo asuma sus propios valores y los que más adecuadamente puedan
servir para desarrollar las capacidades propias dentro del entorno. Ello no
implica necesariamente que "haya" que hacerlo, pues la vida, y por
ende la terapéutica de cada persona, es única e intransferible. Cada
persona funciona en su propio universo y su destino es una mezcla de experiencia,
voluntad y sino.
Solemos aceptar como verdades absolutas lo que en ocasiones son únicamente productos de
nuestra educación. El introyecto permite no hacerse preguntas y
poder dedicarse a otros asuntos. Pero, al tiempo, nos limita en la percepción de la realidad.
Ejemplos de esta afirmación acerca de lo que como introyectos son este tipo de frases
hechas :
."el hombre es el que lleva los pantalones"
." ese es un viejo verde"
."es un don Juan"
" es ligera de cascos"
. "el amor es para toda la vida"
."no hay que tocarse entre familiares, más allá de lo
puramente afectivo"
. etc etc.
3.- A medida que la cultura ha ido avanzando y la sociedad se ha
permitido cada vez más tiempo para lo lúdico, la sexualidad ha
participado de este "tiempo para el juego". Procrear no es ya el único fin de la sexualidad
humana actual, aún cuando muchos intereses religiosos así
lo pretenden y
lo "evangelizan".

Sin embargo, la disminución de la influencia de las
religiones establecidas en muchas sociedades modernas ha permitido revisar tabúes y modelos sexuales. Ha
dado cabida a fenómenos antes muy perseguidos o culpabilizados, como
la sexualidad entre personas del mismo género, juegos eróticos, encuentros
ocasionales, e incluso modelos familiares diferentes de la familia monoparental
en sociedades en que existía como único modelo.
4.-Entre los modelos psicológicos influyentes en la
sexualidad de corte moderno, ha tenido mucha influencia el freudiano.
Utilizado, que no concebido, en un primer momento, como esquema para liberar a
la sexualidad de su fortísima raíz religiosa, acabó
convirtiéndose en un sistema teórico rígido y en un método terapéutico literalista. El modelo
literario de su creador, Sigmund Freud, fue entendido y asumido como una verdad
absoluta durante muchos años. Términos como
"inconsciente", "complejo de Edipo", "envidia del
pene", "Eros y tánatos" y un largo etc. acabaron siendo axiomas incuestionados
e incuestionables. Ello fue reforzado por la indudable potencia de sus
asociaciones profesionales, por el poder económico y social de sus
patrones y por el atractivo de su sistema filosófico, sin olvidar el genio
de su fundador.
El modelo freudiano situó a la sexualidad como la
fuerza más importante en la génesis y desarrollo de las
enfermedades mentales, de las neurosis y de las psicosis. El poder de los
psiquiatras y de la medicina en general en la sociedad reforzó
el sistema.
Con todo, como modelo científico, el psicoanálisis empezó
a hacer aguas a
partir de los años 60 del pasado siglo XX. La potente entrada de los
modelos cognitivos conductuales ( desde Skinner entre otros) y de la así
llamada psicología humanista (Maslow, Rogers,
Perls) robó una larga tajada de influencia al psicoanálisis y cuestionó
su paradigma.
Este último, a su vez, evolucionó hacia enfoques menos rígidos. Aceptó
que la base de
las "enfermedades psíquicas" era diverso y no únicamente provocado por la
sexualidad.

La sexualidad, y el erotismo conforman nuestra cultura e influyen así
mismo en el
arte, en las costumbres y en la religión. Puede que la
"ciencia" quede algo al margen de su influjo, aunque no así
los científicos que, como humanos, son
también modelados por ella y también
sus investigaciones.
6. Visto desde una perspectiva de la terapia gestáltica, la sexualidad es un
asunto de gran importancia, y ciertamente no el único que contribuye a los
bloqueos en el contacto entre el organismo y el ambiente.
Por ello, el terapeuta
gestaltico (y creo que cualquier persona que quiera razonablemente conversar
con otra sobre este tema) no parte de un modelo social-cultural-sexual preestablecido. En consecuencia, toma
en cuenta algunas consideraciones a la hora de afrontar problemáticas y asuntos de tipo
sexual.
Me permito destacar las siguientes:
Me permito destacar las siguientes:
A- Un terapeuta humanista no cuestiona sin más los valores de su cliente. Observa,
escucha, empatiza, y en su caso confronta, las afirmaciones relativas a estos
asuntos. Para ello, procura no interponer su propio modelo.
B-El terapeuta gestaltico tiene el derecho a (si no se siente capaz de) no trabajar
en situaciones que repruebe o condene. El lenguaje y comunicación con el cliente es sutil y
es altamente probable que, en caso de condena o juicio implícito, el cliente se dé
cuenta y reciba
un mensaje equívoco, con el consiguiente problema añadido. Por ejemplo, en caso
de relaciones homosexuales, o de hábitos sexuales poco
frecuentes y en los que el cliente se encuentra a gusto, sin que conlleve daño para su propia persona o
para los demás el terapeuta ha de poder comprender la situación sin juicios. Este es un
asunto especialmente sensible en el caso de las parafilias.
C -El terapeuta, no obstante, tiene unos compromisos con su orden
social. Está obligado a avisar a quien corresponda si su cliente
está cometiendo actividades delictivas (por ejemplo abuso infantil, o maltrato),
sin que pueda escudarse en el secreto profesional.
D- El terapeuta ha de abstenerse de tener relaciones
eróticas o sexuales con sus clientes. Esta es una práctica que puede implicar un
"abuso" del poder que le confiere su rol. Dicha práctica está
prohibida y
castigada en prácticamente todas las Asociaciones profesionales. En
algunos casos puede conllevar penas graves, además del desprestigio
profesional.

Los casos de atracción sexual entre paciente o cliente y terapeuta han
sido objeto de amplia literatura profesional que conviene conocer.
7.- Al igual que en otros asuntos, la sexualidad ha de ser tratada más allá
de los síntomas. Precisa ser
contemplada como una fuerza importante en la persona, incluso esencial a la
persona. Aunque hay quienes se especializan en el tratamiento de temas sexuales,
por lo general conviene incluirlo como algo global al individuo. Pero hay que
subrayar que la sexualidad no es la única problemática, ni tiene la misma relevancia para todos los
individuos.
8.-Hemos de ser respetuosos a la hora de tratar los asuntos sexuales,
que suelen formar parte del círculo más íntimo de la persona. Por
ello, hemos de procurar que no se de sientan evaluadas, invadidas, ni
reprobadas. Incluso a la hora de interrogar, habremos de hacerlo con cautela y
con prudencia, considerando a cada uno como un mundo diferente y entendiendo
que vergüenza y pudor son dos sensaciones diferentes y este último es algo irrenunciable para casi todo el mundo.
El terapeuta tiene que ser particularmente escuchador y empático a la hora de tratar
esta cuestión y situarse en los
"tempos" de cada uno. Mejor un buen adagio que un andante fuera
de contexto.
CONCLUSION
La sexualidad nos concierne a todos y es un valor que ha de ser
personal, dentro de un contexto social y cultural. Cada persona puede darse sus
propias normas, desde el respeto a sí
mismo ya los demás.
El presente documento no
pretende agotar los temas, ni ser un "debería" o un modelo no
cuestionable.
Lo que sí que intenta es ser una hoja de ruta para entender
los patrones sexuales y ser un incentivo para investigar y analizar la
sexualidad propia, antes de entrar a cuestionar la de los demás.
MIGUEL ALBIÑANA