domingo, 30 de octubre de 2011

Día de difuntos


Como todo en el Universo, las personas, cuando pueden, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Todas las culturas, desde su inicio, tributan un culto a los muertos o difuntos. La despedida es una parte importante de nuestra vida y los seres que nos acompañan y parten antes que nosotros quedan en nuestra memoria, en nuestro recuerdo y pueden ser olvidados con toda la pérdida que esto supone.
Muy especialmente los seres queridos y que nos han querido. Casi siempre los padres o abuelos y también los hermanos y amigos. En la cultura de Occidente, la fecha de rememorar a los que ya se fueron es el dos de noviembre. La Iglesia cristiana lo denomina dia de los fieles difuntos.
Pero fieles o infieles todos se van como llegaron. Lo mismo los que amamos que los que no, a todos nos llega el final del baile de la vida.
Estos días, en que realizo un taller dedicado a los padres y a los aspectos que nos han dificultado o impedido desarrollarnos, me acuerdo particularmente de lo míos y de todos los que se fueron. Recientemente un amigo de juventud, al que hacía tiempo que no veía, fue sorprendido por la muerte súbita. Para mi es importante recordarlo. Enciende o hace arder más vivamente el fuego de lo que me queda por hacer antes de partir. Algunas realizaré y otras posiblemente no ¡Que importa! Lo que sí que importa es mantener viva la llama de la vida, creando nuevos ámbitos de experiencia y suavizando las rigideces para estar abierto a la experiencia.
En México, y similarmente en otros paises, el dia de muertos es un dia no necesariamente triste. Se recuerda a los que se fueron en los cementerios o se realizan bellos altares de muertos.
Fuera de los rituales específicos de cada cultura, es hermoso recordar a los muertos, al menos un día al año y como dice Manrique:
  "Recuerde el alma dormida,   
  avive el seso y despierte 
contemplando cómo se pasa la vida,
 cómo se viene la muerte,
tan callando..."
en un recuerdo de que estamos dormidos pues no nos damos cuenta de la maravilla de la vida,pues nos pasamos la vida haciendo cosas o dormitando y no percibimos que es frágil y que, aunque vivamos muchos años, estos se pasan veloces.
Carpe diem decían los latinos: disfruta y vive la vida, que de la muerte ni sabes ni sabrás en esta vida... y de la otra solamente tenemos referncias literarias.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida fluye entre dos orillas,la una orilla el nacimiento,la otra orilla la muerte.La vida es dialectica. Por que la dialectica es el movimiento atravez de los opuestos(nacimiento, muerte).Tesis ,antitesis y sintesis:esa es la dialectica.Y la sintesis siempre es mejor;sucede en un plano superior.Que bueno es el nacimiento, Que buena es la muerte;Que permite que la vida fluya atravez de ella. OM

miguel albiñana dijo...

Bueno!, veo que te reconoces ya en la filosofía: tesis, antiítesis, síntesis...dialéctica... Hegel... Marx...
Cada uno acaba marcando su ritmo.

Anónimo dijo...

La filosofia no sera nunca capaz de llevarme a donde estoy,a la comun-union con la EXISTENCIA,solo me lleva a un ejercicio mental,no a una realizacion espiritual.Pero solo podemos ser felices siendo lo que somos;nunca podemos ser felices siendo lo que no somos. !AJO!

Sandovictor Hugo dijo...

Me pregunto por qué para Occidente la muerte es algo triste y no para algunos pueblos de América Latina. Recuerdo que mi padre me contaba que su familia preparaba todo un banquete para el fallecido, salían a la calle y cerraban la puerta de la entrada con llave. Tras regresar se encontraban con la buena noticia de que el muerto había picoteado de aquí y de allá. Eso en lugar de ponerles los pelos de punta, les llevaba a celebrar y bailar. Obviamente que mi madre al enterarse de las terribles costumbres de la familia de mi padre me prohibió que tuviera contacto con mis parientes a quienes acusó de charlatanes o de hechiceros.

miguel albiñana dijo...

Es verdad hay algo de trágico en la muerte cristiana con sus cielos y sus infiernos (no solamente en la cristiana pienso yo). Además la idea del tránsito o viaje a otro mundo resulta consolador para los que parten, por mucho que sea una ilusión...
Yo también prefiero el mundo de la muerte ambivalente: de pena por la pérdida y de contento por lo que tiene de transformador.

Ch dijo...

Muchas veces al pensar en la muerte he sentido un gran terror, hoy, al contrario, leyendo tu escrito, me he podido alejar de algunas pesadumbres de mí existencia y he sentido la agradable y alegre sensación de estar viva. Más allá de las dificultades por las que haya de pasar, siento dentro de mí el deseo de disfrutar de lo que tengo y soy.
Así que, gracias!!

miguel albiñana dijo...

Gracias a ti Charo. Hoy, en que acabo de conocer la muerte de Serge Ginger, gran gestaltista y persona al que conoci, pensabe ¡Que buena muerte tras una vida fecunda!

Ch dijo...

No sabía de su muerte, siento no haber llegado a conocerle, creo que hay personas que van acumulando en sí mucha sabiduría a lo largo de su existencia y me parece una pérdida cada vez que una de ellas desaparece, aunque su huella y su legado permanezcan. Su sentido tendrá...

Sandovictor Hugo dijo...

No sabía tampoco de su muerte. Esperamos que escribas un artículo sobre Ginger. Sorpréndenos.

miguel albiñana dijo...

Estoy en ello, pues para mi fue un poco como el abuelo que nunca tuve... Esa sabiduría que da la edad, la madurez y una existencia luchadora y feliz cuando el rio llega ya al mar...

Sandovictor Hugo dijo...

Un abrazo de tus lectores y estaremos expectantes de tu artículo.