martes, 17 de julio de 2012

Amor al camello


Me recuerda una amiga un refrán árabe:
"Si alquien te dice que tienes cara de camello, enfádate.
Si dos te dicen que tienes cara de camello, discutelo.
Si tres te dien que tienes cara de camello, ¡mírate en el espejo!"
Y añado yo:
Porque puede que el espejo te ayude a reconocerte y a aceptar las cosas como son. De esa manera, a lo mejor te evitas disgustos, contrariedades, discusiones y empiezas a amar a los camellos. Y puede que llegues a amar al camello como a ti mismo...

17 comentarios:

Ch dijo...

Recuerdo que hace tiempo había una publicidad que decía: un millón de personas no pueden estar equivocacas. ¿Cuantos millones votaron a Hitler? No des por sentado qee lo que te dicen es cierto, no te identifiques como camello aunque cienmil te lo digan si tu sabes que no eres un camello, lo cual no quiere decir que no puedas amar a los camellos...eso sí, antes que nada, quiérete a tí mismo.
Es otra versiín del cuento, otra mirada, cada uno lo ve según lo que necesita.
Gracias por la reflexión.

Anónimo dijo...

Solo puedes quererte a ti mismo cuando te aceptas en tu totalidad, si no es asi,me es deficil que pueda creerte que te quieres a ti mismo ; mi querida CH.

Sandovictor Hugo dijo...

Gracias por tus artículos, amigo.

Raquel G. dijo...

Y ese señor que aparece reflejado en la vitrina, ¿no tiene cierto aire de camello? ;-)

miguel albiñana dijo...

jajaj, de camello que lleva material o qué?
Es una pieza del museo de Albacete...

Ch dijo...

Raquel, creo que Miguel no ha entendido lo que querías decir, a lo mejor a la tercera se mira al espejo (es broma)
Por ciento, Miguel,quisiera saber como de ése personaje de museo has llegado a la historia del camello...
Anonimo, LO RECONOZCO, a veces me quiero más, a veces me quiero menos...por cierto se me ocurre que para quererse hay que dividirse en dos, el que quiere y el que es querido.
Supongo que lo de quererse también es algo que hay que aprender. Lo que sí sé es que quiero más a los que me quieren,y seguramente esto es algo que se retroalimenta, si más me quieres más te quiero y más me quieres tú a mí....aunque no siempre funcione así.
Conclusión, yo también te quiero, Anónimo (y a los demás, autor compis de blog, también, estimados camellos).

Anónimo dijo...

Ch.....No ames desde la dualidad, no te dividas en dos,ama desde la unidad,el amor ES.
el amor solo emana como perfume de una flor desde la unidad,simplemente se da,no espera recibir,ni se condiciona, ni se retroalimenta; es un estado de virtud natural de tu SER,mientras mas en comun-union estes con tu SER interior ,(la divinidad),mas facil te sera amar a todos y a toda la existencia manifestada.Estoy trabajando para lograr ese estado,no me esta siendo facil, pero creo con toda certeza,que un dia lo lograre,asi que voy a seguir en mi empegno. Me encantaria que tambien tu lo intentaras.

miguel albiñana dijo...

Bueno Ch yo me suelo ver en el espejo, la verdad, pero tanto en el de los demás como en el mio propio ...
Cuando escribo, primero escribo y luego busco algo que que visualmente dé lugar a una asociación. En este caso, esa figura romana del Museo que en su dia visité. Un museo por cierto estupendo.
Y creo que no es necesario, como dice espiritualmente Anónimo, dividirse. El estado meditativo unifica todo, permite olvidarse de la autoimagen y produce beneficiosos efectos. Ese estado meditativo no es exclusivo de la meditación sentada, com ya he dicho otras veces.
Finalmente diré que el camello no es mi animal favorito y le reconozco su extraordinaria resistencia a la adversidad y la ayuda que supone para muchos de nuestra especie que lo han domesticado.

Ch dijo...

Gracias por tú amplia respuesta Miguel, que me aclara casi todas las cuestines que planteaba, la broma del espejo tenía que ver con que, si te fijas, en la foto se ve tú reflejo.
La referencia a los camellos me recuerda un cuento que solía leerle a mís hijas que es de Kipplin y que cuenta como el camello adquirió su joroba.
El libro se titula "Precisamente así" y es muy divertido, lo recomiendo a quien tenga niños o quera hacerle un regalo a su espiritu infantl.
Un abrazo

Ch dijo...

Anónimo, gracias por tús palabras, yo también yo lo intento, como puedo...

Raquel G. dijo...

Jaja, Miguel, me refería al fotógrafo que aparece literalmente reflejado en el cristal de la vitrina mientras tira la foto. Se trata -por supuesto- de una broma al hilo de tu reflexión en este post.
Me parece entrever que el fotógrafo reflejado eres tú y ya sabes que disfruto ejercitando la irreverencia con quienes más reverencio.

Un abrazo.

Unknown dijo...

¿Cómo se vería este camello a sí mismo después de lo que dice el niño?


El camello se pinchó
con un cardo del camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.

Baltasar fue a repostar
más allá del quinto pino
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su "Longinos"'.

¡No llegamos, no llegamos,
y el "Santo Parto" ha venido!
Son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido.

El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
- Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!

Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba,
ya cantaban pajarillos,
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.

No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos,
mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño.
Gloria Fuertes

Charo Soria dijo...

Retomando el principio y el final... no sé si me gusta que a los niños les gusten los "camellos"... y a la vez me pregunto que problema tienen esos tres con los camellos... a no ser que el comentario fuera en la puerta de un cole, en cuyo caso, comprendo el resquemor.
Las generalizaciones son peligrosas siempre, y aunque comprendo el sentido de que la aceptación de lo que soy, con amor,es mejor engrasante social que un buen rioja, en la sociedad actual, a veces siento difícil mi integración como camella que soy, consciente de mi camellez en un mundo de bondadosos camellos que buscan un camello de turco, en el que depositar sus frustraciones.

Estoy rabiosilla hoy, ¿Alguien me cambia el personaje?

Abraciños, con amor... casi todos somos guapísmos si nos tomamos la molestia (y el regalo) de mirar dos veces al espejo... o a la foto

Anónimo dijo...

Charo Soria..... ,solo los que tienen espectativas se frustran;los que hacen sus realizaciones sin ninguna espectativa,jamas se sentiran frustrados.Asi que es muy facil librarse de las frustraciones.Depende de ti ,y solo de ti.

Charo Soria dijo...

Totalmente de acuerdo anónimo, son las bombillas que a veces se me funden y pierdo claridad...y me gusta, a veces, echar balones fuera, sobre todo cuando me enrabieto... pero me digo... ea ea... ya pasó... y entonces, como hoy en el trabajo alguien me dice... pero a yo ti te veo más agua que fluye que debatidora y me sonrío... cual camella madura... tranquila como agua que fluye y como remolino profundo.

me uno al ataque de amor de Ch... os quiero

miguel albiñana dijo...

me gusta esta coplilla (gracias Inés), que me recuerda siempre la sabiduría animal:

A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos,
mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño.

Anónimo dijo...

Es digno de comentar un comentario que comente lo que el texto en sí deja que comentar. Por lo tanto, comento que el comentario que iba a comentar coincide plenamente con el comentario expuesto.