lunes, 6 de julio de 2015

Plenitud

La plenitud




   Se suele decir que el verano es la plenitud del año. Los árboles se llenan de hojas y de frutos. Las crías nacidas en primavera crecen y algunos ya vuelan. Se dice que un hombre o mujer alcanza su plenitud entre los 35 y 45 años es esta época, en esta zona del mundo. Luego decae y muere. Igual acontece con los países y las civilizaciones. Y con las especies.

    Un planeta alcanza su plenitud antes de menguar y lo mismo un sistema solar como el nuestro o una galaxia. Posiblemente también el actual Universo alcanzará o ha alcanzado ya su plenitud antes de “decaer”.

   El verano en esta parte del planeta tiene su plenitud. Las otras estaciones son, me parece, igual de plenas. Pero el invierno se asocia con la caída y con el sueño. Y con el final o la muerte. Y a eso no lo llamamos plenitud.

   Plenitud es un concepto asociado a la máxima expansión y por tanto le solemos dar un significado optimista y positivo.

   En algunos aspectos me considero más pleno que cuando contaba 35 años de edad. Mi capacidad de conciencia de la realidad se ha expandido.

   En otros, como la energía física o la memora,  bastante menos.

   Veo a personas enfermas o decrépitas, por la edad o los accidentes de la vida, y no puedo dejar de pensar en cuando eran plenas. O qué hubiera pasado si hubieran alcanzado su verano, pues murieron o enfermaron antes de llegar.

   Y creo que cada edad tiene su plenitud. Cada fase de la vida. Al menos intento verlo desde esta otra óptica.

   La vida es como es como es. Formamos parte de ella y,  en lo esencial, no podemos cambiar sus reglas. Cuando me enfado con ellas me siento como un niño que exige lo que no hay.

   Todo lo que vemos, hacemos, pensamos, sentimos, está sujeto a una plenitud y a una decadencia ¡me gusta el sonido de esta palabra! De—caaaadeeeennnncia... Una cadencia hacia otra dirección. Y un miedo que aparece a transitar ese camino, esa fase de la realidad.

Hoy en el parque todo era plenitud y frescor de la mañana. Y en esa plenitud estaba ya impreso el amarillear del otoño y la desnudez del invierno.

Plenitud. Y decadencia.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Those were the days my friend" (foto)

Anónimo dijo...

"Todo aquello que puede observarse se convierte en algo distinto a ti. Todo aquello que puedes comtemplar no eres tu. Tu eres la conciencia que observa. lo contemplado es el objeto; tu eres la subjetividad." "Y cuando eres ya no hay muerte. Sabes que seras testigo tambien de tu propia muerte. Alguien que a logrado ser testigo de la vida es capaz de ser testigo de la muerte. Pues la muerte no es el fin de la vida; es su culminacion misma. Es su cumbre misma. La vida llega a la cuspide en la muerte. Pero la pasas por alto por que le temes. Por lo demas, la muerte es el orgasmo mas grande que existe. " " El ultimo pensamiento de la noche es el primer pesamiento de la magnana. El ultimo pensamiento de esta vida sera el primero de la otra. El ultimo pensamiento cuando estabas muriendo esta vez se convertira en la semilla de tu nueva vida". "Caminando en la cuerda floja." OSHO.

Anónimo dijo...

Me gusta la energía que se desprendía de tu postura y de tus ojos en esa foto que, obviamente, no conocía.
José

Anónimo dijo...

Jose,esa postura y energia que se desprende de sus ojos se llama JUVENTUD (Plenitud). Hay un decir por estos lares "JUVENTUD DIVINO TESORO". Solamente lo pude comprender cuando la juventud ya se habia ido.