jueves, 9 de febrero de 2012

Querer lo que podemos


"Lo importante no es hacer lo que se quiere,
sino querer lo que se hace"...

Tal es la cita atribuida a León Tolstoy, ese enorme escritor ruso, autor de la maravillosa novela "la guerra y la paz"...
Porque, en realidad, casi nunca conseguimos la totalidad de nuestros deseos o, si lo logramos, siempre está sometido a la regla del espacio tiempo, esa máquina de transformación, esa trituradora del presente.
Por lo tanto, en la vida gestaltica nos limitamos a estar en lo que podemos, buscando la tensión del deseo que es vida, es fuerza y entusiasmo y es potencia.
Y dejamos la omnipotencia, la omnisciencia y la omnipresencia a los dioses que viven contemplandonos con una amable sonrisa, desde su Olimpo inaccesible...
Vivir el presente no es prescindir del pasado, sino incorporar la experiencia a lo actual.
Vivir el presente no es prescindir del futuro, ya que ver hacia adelante nos permite diseñar las metas de la vida presente.
Como un buen capitán, dirigimos el barco, contemplando ocasionalmente la popa y con la vista puesta en el presente, sabiendo que a veces es preciso cambiar el rumbo...
Es frecuente debatirse entre lo que nos gustaría o lo que nos hubiera gustado, tiempos verbales asociados al futuro/pasado, perdiendo de vista la potencia del acto que nos gusta, al que sí que tenemos acceso mediante nuestra posibilidad de acción. Ese es el momento, y no la negación de los tiempos verbales, los cuales nos dan la posibilidad perspectiva y prospectiva, que son la consecuencia de la evolución de la especie, del lóbulo frontal, de la actualidad humana del "homo sapiens sapiens".
Para mi opinión y a estas alturas del viaje, ese es el sentido del cuento evangélico del denario que hay que poner en movimiento: la puesta a punto de las posibilidades de nuestra máquina, el darse cuenta de sus facultades y de sus carencias, el punto de la aceptación.
Cada uno tiene su cruz que cargar, pero también el lado positivo y amable en que apoyarse. Me viene a la mente la imagen de S. Hawpkins, el físico inglés, qu ha cumplido sus 70 años en ese ya famoso carrito, ha pasado por dos matrimonios y por infinitud de dificultades, y jamás se ha dejado vencer por la tremenda adversidad de la esclerosis, apoyado en su tremenda fuerza de vida y de ilusión por lo que hace.
Esos farolillos de nuestra raza sirven para iluminar, al menos a ratos, los momentos de obscuridad, en que pareciera que todo se hunde a nuestros pies.
Y como dice una querida colega: "tu mismo con tu mecanismo", es decir observa lo que puedes hacer con lo que hay, porque es bastante probable que el mecanismo neurótico permanezca. La diferencia está en que ahora ya sabes como usarlo para tu ventaja y la de los demás.


5 comentarios:

H dijo...

Se me mezcla lo de éste artículo con la poesía sobre el amor que has compartido y da como resultado una sensación de lejana melancolía, porque hay momentos como éste en que parece muy real la sensación de que en el horizonte solo se divisa un extraño espacio blanco y que mí capacidad perspectiva se ha evaporado por completo. Si no puedo atraer lo que deseo a mí vida, llámese amor, llámese realización, llámese relación, llámese X… me quedo un poco así como flotando en la indiferencia, sí, que más da, soy un globo que vaga por la atmósfera sin rumbo ni pertenencia, inflado de un gas innoble llamado autocompasión…
Yo y mí mecanismo.

Charo Soria dijo...

Hola Miguel,
Esta era una de las citas favoritas de mi padre, y a mi siempre me sonaba a resignación, a alumno aplicado de la posguerra, a maestro viajero y a funcionario...

Y dejaba mi mirada cautiva en el hueco, en la ausencia.. y así, prisionera, anduve muchos, muchos años... desde el principio de los tiempos, cuando emergí de los océanos como lava ardiente solidificada en este cuerpo de mujer que se estrelló contra la tierra...perdón, perdón... vuelvo a mi condición humana....

Andando el tiempo, a mi padre lo operaron a corazón abierto hace cuatro años, y en la recuperación le dio un hictus que le borró la capacidad de expresar un gran número de palabras, "es como si me hubieran borrado muchos libros de la biblioteca" decía él... que en lengua de trapo le salían palabras en francés, inglés y español... Aún ahora, que ha recuperado bastante, se lamenta, aunque procura estar activo, se lamenta de la merma en su capacidad de relación social... Y me sorprendí, explicándole lo que , para mi, es la diferencia entre aceptación y resignación...
En la resignación veo lo que pierdo y no veo salida, camino pues, en lo que hay con un ojo en lo que fue... o en lo que me hubiera gustado, con un semiduelo permanente por la diferencia entre la realidad y mi ideal.
En la aceptación, que a veces... requiere su tiempo y su espacio para salir a escena, la muy canallona, siento el camino que se cierra y el camino que se abre.

No obstante, me gusta una pintada que había en un muro argentino “no sabía que era imposible y fue y lo hizo”... que no creo que contradiga lo anterior, sino que lo completa...

Ay, que extensa... de intensa estoy pasando a extensa...
Un abrazo

Charo Soria dijo...

PD.- Y aún hay más...

El amor a lo que es. El cuidado y el cariño por lo conseguido,por lo consiguiendo, en mi, ha nacido de cuidar la despedida, el cierre, de cada pequeña acción. De honrar y respetar con presencia, los tiempos, los espacios y por supuesto a las personas.

Ch dijo...

Charo, que envidia siento al leer tus palabras, y que gusto de ver lo bien que te ha aprovechado el camino andado...yo sigo peleandome mucho con estos temas y pocas veces encuentro un punto tan ecuánime como el tuyo.
Un abrazo

miguel albiñana dijo...

Interesantes comentarios, H, Ch y Charo. Dan para mucha reflexión.
Lo que pretendo decir es no que no haya que luchar por las cosas (incluso el famoso "you can do it!") que puedan parecer difíciles o imposibles. Ni menos que haya que resignarse.
La vida para mi no es resiganación sino acción, movimiento, contacto. El amor (por manida que esté la palabra) no es solamente dar abrazos y besos o decir te quiero, sino ser real, verdadero.
Gurdjieff decía "la vida solamente es real cuando yo soy". Quitandole el aspecto esotérico, el yo soy es ser, con lo que hay, con ictus, con enfermedad, con caracter depresivo... ¡claro es fácil de decir, pero bien dificil de hacer! Es sencillo o mucho más cuando las cosas van bien, cuando el sol sonríe y no abrasa...
Por eso he insistido en que el presente tiene pasado y futuro, El presente es actitud, acción, incluso aunque estemos en pacífica meditación...
Y por cierto, que el comentario mío sobre el amor en el escrito anterior, es la canción de la famosa ópera "Carmen" de Bizet, como tal vez sabiais...