La ausencia

No. No hay salida esta vez.
Tras un intenso debate, una lucha en que se le va la vida, algo sucede. Suelta. Abandona. Y, en este mismo dejarse, todo parece desvanecerse. Su ropa se pierde en el inmenso universo, y su cuerpo, que parecía sólido, es erosionado hasta quedar en los huesos para, poco a poco, desvanecerse también.
Queda la sensación de estar y de caer más. En lo infinito.
Ahora todo queda en silencio.
Un silencio hondo.
En el silencio se pierden los sonidos y todos los sentidos.
Ahora es algo inexpresable e intangible.
Despierta.
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