jueves, 15 de mayo de 2014

sueño y experiencia




Querido M.:



      Contesto a tu mensaje en el que me compartes tu experiencia de sueño y de contacto con algo no tan comprensible para la razón.

      Bien sabes que Perls decía que el sueño es, en cierta medida al menos, un “mensaje existencial”. Con esas palabras puede que quisiera afirmar que el hecho mismo de “ser” conlleva la posibilidad de estar en contacto con la ser-ti-tud. O con la existencia (acuérdate de su libro “sueños y existencia”.

    Tras Perls, la moderna neurociencia trata de afirmar con datos comprobables que nuestro cerebro es el creador de toda sensación, de todo pensamiento y, en definitiva, de toda experiencia. Con ello, a mi juicio, no aclara gran cosa de la existencia. Puesto que el cerebro es en sí mismo creado y producto de millones de años de evolución.


    Sin embargo hay algo que me sigue atrayendo del paradigma “científico”: sus explicaciones de la mente como “ente” y como productor de un “yo”, que es quien, en estado de salud al menos, se encarga de codificar y de colocar las experiencias en el tiempo y en el espacio.

    Este preámbulo sirva para decirte que tus palabras sobre la no mente no me parecen comprensibles desde “un estado mental”. Me explico un poco más. Esa experiencia de “negritud” activada por la planta, que otros podrían describir como “vacío” o “nada”, solamente es posible si tienes a tu disposición un cuerpo (y por tanto un cerebro) en ciertas condiciones de equilibrio (awareness o “consciencia”). Creo que todas las personas que tienen experiencias “místicas” o “inefables” coinciden en que la palabra es mala explicadora, mala portadora, de la consciencia. A veces, el arte transmite pinceladas: la poesía de Rumi o de Juan de la Cruz, la pintura, para mi en especial la música, para otros el deporte o incluso la cocina (acuérdate del film "el festín de Babette"). El artista , si estamos abiertos, nos transmite ese contacto con lo del más allá o trascendente.


    Y claro, eso te hace a ti, querido M., menos dogmático y te sientes más “espiritual”. O, como dicen algunos, usas más tu percepción del lado derecho cerebral…

      Algo que me ha gustado también de lo que dices es el valor de la cotidianeidad. No entendida como algo rutinario, sino como algo simple, no sofisticado. EL profundo valor de lo sencillo. El microcosmos y el macrocosmos: el símbolo de Ganesha, cuyo cuerpo de bebé representa lo micro mientras que la cabeza de elefante simboliza lo macro, lo eterno, el universo (tu hablas de una belleza menos “explosiva”).

    Y recojo también el temor ante lo inconmensurable (simbolizado para ti en negritud). Creo que el miedo es un guardián de lo incomprensible. Nos protege del terror, de lo que no podemos encajar en nuestro presente. Hemos de tratarlo con respeto. Por tanto, no despreciarlo nunca. Y también seguir avanzando para hacerlo nuestro amigo, nuestro compañero, pero no nuestro guía y menos nuestro consejero espiritual. Es un personaje para mi, el miedo, al que hay que mirar de frente siempre que se pueda. Y cuando no, esperar al siguiente paso, a la próxima aventura.
Acuérdate, querido, del pasaje del Bagavad Gita en que Krishna (el eterno) muestra a Arjuna (el guerrero con dudas) la Existencia misma: abre su boca y Arjuna queda aterrado y admirado del inmenso, intenso y sobrecogedor espectáculo de percibir la Realidad.
    Y esa escena se produce cunado Arjuna está preparado para ello.

    Así que, para mi y en mi vida he ido aprendiendo a manejar en lo posible el miedo: ese cancerbero de la muerte, de la locura y de lo eterno.
    Y puesto que me pides una lectura, te comparto la de G. Lechman, “Una historia secreta de la conciencia” (Atalanta Ed.).

    Es otra forma de entender al testigo.

    Finalmente, decirte que no tengo certeza. Soy un simple ser humano. Pero creo que la moneda, como tu la llamas, de muerte/vida o mente/no mente es eso: una sola moneda. Por tanto, depende de que lado veas. Y, en mi experiencia, nunca he visto ambos lados a la vez.Puede que eso sea, simbólicamene, el estado de iluminación.

    Gracias por tu confianza.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Para ver ambos lados de la moneda al mismo tiempo,tienen que salir de la dualidad y entrar a la unidad,en la unidad ya dejan de existir lo bueno y lo malo;luz y sombra,las cosas simplemente Son,sin ningun juicio alrededor,al no haber juicio,indica que es un estado de no mente,por tanto un estado de meditacion en estado conciente.Me pregunto,como sera estar en la nada,el cero.?Sera la muerte,conciente? No lo se.Solo puedo filosofar sobre eso;pero no me lleva a la realidad,a saber;eso solo me lo da la realizacion ,la experimentacion,el pesar sobre eso o filosofar ,jamas me va a dar el saber,solo el suponer.

Anónimo dijo...

"El pensar sobre eso, o filosofar ".Mil disculpas,hay un error,en la escritura,del comentario que di anteriormente.Perdoneme.

miguel albiñana dijo...

hola Yaonónimo!

Anónimo dijo...

Hola,Hijo;Me reconoces.Que gusto verte.

Anónimo dijo...

Lo que mas me gusta de la entrada es la foto del maromo. Ya me salio el frívolo! José

Anónimo dijo...

hola miguel,
de nuevo me acerco para seguir reflexionando un poco sobre el tema, ahora, por invitación tuya, aquí en el blog. no sé adónde va a ir, pero me tiro a la piscina.
hablas de que la ciencia dice que es el cerebro el creador de toda sensación. me pregunto si es creador, o recogedor de toda sensación. así, como dices tú, es una "ente" creador del "yo", y entonces, también recogedor selectivo de experiencias, colocados en espacio y tiempo, como destacas, y así crea la historia de uno, según su percepción selectiva, más que comprobada también por la ciencia. esa "ente", ese ego (con toda la problemática que conlleva utilizar esa palabra, según quién, cuál escuela, cuál definición. aquí en el sentido de una personalidad creada, una historia que me define como tal persona. digamos,la manera que la utiliza Krishnamurti, para entendernos.) además, me parece que le mente registra las sensaciones. o sea, que hay una "conciencia" que recoge las experiencias, como sonidos, colores, olores, emociones, sensaciones, pensamientos. como una pantalla donde pasa todo eso. surge, se manifiesta, y pasa, muere. muy gestaltico, la verdad.
pero hay algo aparte de la mente, una conciencia? asi fue con mi experiencia con el "vacío", "nada", "negritud"; había una parte de mi, la parte que solo puedo definir como no-mente (espíritu?, cerebro derecho? conciencia?)estaba a gusto ahi, con su presencia, mientras fue justo cuando empezó la mente (racional?, lobo izquiero?) que vino el miedo. me pregunto si venía de ese "ego" frente a la posibilidad de no existir, o no ser necesario. ahí surgió la muerte, el miedo a la muerte, del ego, de esa idea creada, de la mente que me define, mientras otra parte estaba a gusto ahi. me toca un poco la idea buddhista de la muerte del ego como salida para nirvana. por ahi, entiendo tu advertencia de la importancia del miedo, de darle su justo lugar, sin actuar ni fóbicamente ni tampoco contrafóbicamente, digamos. el equilibrio justo.

Anónimo dijo...

retomo también ese miedo que me ha surgido cuando sale un cuestionamiento del lugar de mi mente. por primera vez probablemente, he cuestionado el lugar donde he colocado mi mente, por encima de cualquier otra cosa, y reconocer sus limitaciones en este espacio más "amplio" de vida, esta parte no-mental. hace un tiempo que solté una intención para mi vida: experimentar el aquí y ahora a través de la no-mente, dándole el tiempo necesario para su desarrollo. siento que estoy recogiendo frutos. y me descoloca mis cimientos racionales, mentales. mi mente ya no es quien dirige todo en mi vida, o asi creía, y resiste. así pongo en tela de juicio mis ideas acerca de la vida, de la muerte, de mi espiritualidad, que ha sido muy dogmatico hasta ahora. una manera de buscar solidez, tierra, seguridad fuera de mi frente a esta vida. ahora empieza a brotar algo que tiene más que ver con el autoapoyo, con una sensación de confiar en mí, frente a la vida, frente a las experiencias que pueden surgir, a soportar esa "angustia existencial", como lo llama un amigo. y ahora quiero apoyar más mi intuición, mi experiencia, como director de mi vida. salir de la relacion paternal, secular o religioso, para entrar en....no sé. autoapoyo desde luego, pero no sé dónde me va a llevar. territorio nuevo para mí, me viene el imagen de un tren saliendo de un territorio conocido para entrar en otro nuevo. nuevo para mi, pero alguien ha puesto los railes, ha ido antes. y ahi es donde empieza lo que me está pasando entonces, que es arranca mi manera automático de intentar entender, comprender lo que está pasando, con la mente! como dice otro amigo mío, estoy utilizando la herrmienta equivocada para ese trabajo. o sea, la mente tiene su funcion y su lugar, pero no parece que puede comprender la parte fuera de sus limites. una arada funciona en la tierra, pero si la utilizas para el cielo, te cae encima.
y surge el miedo. tipo Arjun en la Bhagavad Gita, libro que llevaba tiempo rodando por mi cabeza también, aunque había olvidad esa escena. eso del guerrero que duda. me siento ahi. y la respuesta de Krishna es que tiene su papel en esta vida, y que ejecute su danza. baila, que no importa. que es un teatro, y este es su papel. entregarse al papel sin olvidar que es un papel. tener una visión más "holística", más despegado, sin dejar de estar entregado al papel, y disfrutarlo. reconcer que es una pelicula, una danza sagrada (con o sin objetivo, no sé), y bailarla!

Anónimo dijo...

lo cual me lleva a esa cotidianeidad, como la parte visible, comprensible de la vida. bien que sabemos de la física cuántica lo de la naturaleza del mundo, que sin observador, no hay observado, que cambia de naturaleza, que es lo mismo mirándose, creyendose separado, que no hay nada mas que espacio, y que tampoco es eso. que hay el micro cosmos reflejado en el macro cosmos, y vice versa. el universo está reflejado en cada celula.
se puede ver como que creamos nuestro mundo, con la mente selectiva, que recoje el pasado y proyecta hacia el futuro, mientas que lo único que existe es el presente. inclusive la historia que nos contamos está siempre en el presente. el eterno presente. es la mente, como dices, que coloca la historia en tiempo y espacio. (y la paradoja, entonces, de que hay camino, pasa el tiempo, pero solo existe el presente. y que es la mente que crea el tiempo.) con el nacimiento de todo, desde sensaciones, ideas, emociones, vistas, sonidos, y su muerte. y la mente que busca estabilidad, apoyo, firmeza. y que teme a lo fuera de su control, a la muerte, entonces, a la vida, a la realidad en su naturaleza. así que, cómo puedo cuidar esa parte de mi, esa mente buscador, que busca constantemente para salir de la busqueda, y a la vez, darle espacio a ese incógnito que es la vida fuera de la mente, la no-mente? (será el equilibrio entre los dos hemisferios del cerebro???) la respuesta a la cual llego es simplemente dándole espacio. acoger. me sale esa palabra desde un tiempo tambien. acoger lo que hay. lo que pasa en el presente. que es lo único que existe ahora. y siempre. acoger las emociones, las sensaciones, los pensamientos. la frustración, y enfermedades mentales, sale cuando la realidad no corresponde con mi idea de cómo debería ser. y surge la lucha, la violencia, el intento a la omnipotencia, el orgullo, la verguenza, etc... la lucha del "YO". la separación de la realidad. así que intuyo, porque no es comprensión, el camino sano del acogimiento. el río tan gestáltico, que siempre está y nunca es igual...ni yo tampoco!
con un equilibrio, siempre el equilibrio de polaridades, la integración, aquí de actividad y pasividad. también de mente/no-mente, o inclusive de vida/muerte. y también el de la confianza y el miedo, quizas. a través de esto, entiendo lo que dice Krishnamurti en estar siempre inocente, siempre soltar lo pasado, que pasado está, muerto!, y dejar el futuro y las ganas de controlarlo, y estar en el presente siempre renovado, siempre único, fresco. sin la tiranidad de la mente, recordando el pasado, apegando a lo gustoso, queriendo repetir. el apego que quiere hacer suyo, repetir, proyectando hacia el futuro, comparando cada experiencia en lugar de experimentar el presente. plenamente. como un gestalt: surge, se completa y desaparece. ahí es el miedo a la muerte y a la vida. aceptar que es efímero. y sencillo. y siempre presente. como dice un anónimo aquí en el blog, el pensar sobre eso o filosofar jamás va a dar el saber. de nuevo, la mente. para mi, lo nuevo es el experimentar. y lo extra nuevo, confiar en esa experiencia sin tener que pasarlo por, encajarlo en, matarlo con la mente. reconocer un espacio nuevo, una forma nuevo de experimentar la vida. a ver qué pasa ahora...
aparte, estoy esperando que llegue un libro de Lachman. con ganas para ver qué dice...

querido miguel, gracias por este espacio. un abrazo fuerte!!!

M

y perdón por tanto espacio! tomé tu palabra al pie de la letra!!!

Anónimo dijo...

Pasado y futuro son parte del tiempo; el presente no es tiempo por que es eterno,es algo que siempre ES. La mente siempre esta pensando en pasado y futuro,por eso la mente vive en el tiempo(atencion al pasado,futuro),y se pierde el presente,lo eternamente cambiante,(La Conciencia no es otra cosa que la atencion puesta en el presente ,que es lo unico que existe,la atencion puesta en pasado y futuro,convierten a la Conciencia en mente,que funciona perfectamente en este plano donde esta la dualidad;Si mantienes la Conciencia en el presente entras a la unidad,a lo eterno;entonces, dejamos de necesitar tantas cosas,en el presente no necesitamos nada,si vas al pasado o futuros necesitas algo ,pero en el presente jamas;pon tu conciencia en presente y date cuenta ,que siempre estas bien;si vas al futuro o pasado siempre vas con un fardo de necesidades. Con la Conciencia(atencion en el presente),nos volvemos a un estado de no-mente,volvemos a ser Inocentes.Sin condicionamientos ,sin prejuicios.

Anónimo dijo...

Me gusta tu forma de escribir y plantear las cosas;pero me gustaria decirte que el muchacho de la foto es bello.Te felicito todo esta muy bien.