domingo, 11 de agosto de 2013

Ser y no Ser





Puede ser, sí, puede ser... que la frase del verano esté siendo "nada es permanente, todo está en constante transformación".

La para mi an triste desaparición de A., la partida de H., la rapidez fabulosa con que los días se suceden, las semanas pasan, los meses cambian, caen las hojas de los años... Los bosques se queman y algunos se regeneran...

Sí, nada permanece. Nada vivo es constante. Tal vez haya "amours heureux", pero no les quita su impermanencia, su constante devenir.

Algunos amores pasan a ser indiferencias; otros se convierten en animosidad, hasta en odio. Puede que viceversa.

Cuesta creer que un día fui cercano de lo que hoy me siento tan distante.

Algo,  tal vez, tiene  más  consistencia y eso puede estar, ¿ser incluso? cuando y en el espacio en que dejo de aferrar alguna realidad. El mar, que tengo ahora enfrente, ese vasto azul, ese horizonte inmenso,  está simplemente ahí. El vacío de mi voluntad de ver y de diferenciarme hacen que el mar y mi "yo" nos acerquemos.

Otra cosa bien diferente es que eso tenga que ver, como algunos pretenden, con una continuidad de mi ser, con un intento de colmar el anhelo de eternidad.

Para mi, ahora, en este instante de paz en que cielo y mar se funden en el azul, lo único permanente es la paz, el silencio, la tranquilidad que me produce estar bien... finalmente, no anhelar nada más que lo que hay.

Aquí, en esta isla emergida del océano, bronca, rocosa, verde en sus cumbres y seca en sus bordes, mi ser se instala en el azul del mar y se confunde con el del cielo.

Lux eterna.

4 comentarios:

Anónimo dijo...



http://www.youtube.com/watch?v=p8TkBM5DeHM

miguel albiñana dijo...

Qué anónimo tan anónimo!
En fin escucho siempre con gusto el adgio de Albiñani...

Anónimo dijo...

Hoy he madrugado, he salido a la calle. Recordaba momentos y personas del verano y me he sorprendido deseando lo que veía en otros. Deseando inteligencia, atractividad, serenidad,... Me venía a la boca esa frase de niño: "yo también quiero". Por eso me ha gustado la tuya: "No anhelar nada más que lo que hay".
Rodi

Sandovictor Hugo dijo...

Nada permanece, caro amico. Todo se mueve, aunque pueda parecer una fractura o el fin de algo. Nada es eterno y para seguir viviendo, hay que movernos, aunque eso implique que tengamos que remover o arar la tierra para hacernos un camino.

Albinoni es grande, por cierto :)